El Gobierno estadounidense ordenó la medianoche del lunes que las agencias federales cerraran sus actividades por la falta de fondos, luego de que el Senado no aprobara un nuevo plan de presupuesto aprobado por la Cámara baja.
La directora de la Oficina de Presupuesto del Ejecutivo estadounidense, Sylvia Mathews Burwell, anunció el lunes el cierre temporal del Gobierno federal.
El rechazo de los senadores a la moción presupuestaria, tras las votaciones -54 a favor y 46 en contra-, deja a varias entidades gubernamentales sin créditos para pagar el salario de sus funcionarios, así que, centenares de miles de empleados estatales pasarían a régimen de licencia sin goce de sueldo.
El Pentágono y la Agencia para el Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) son las instituciones más afectadas por este cierre temporal: la primera, enviaría la mitad de sus 800.000 empleados civiles a su casa, mientras que la segunda, que cuenta con 16.000 trabajadores, suspendería a casi 95% de su personal.
Sin embargo, los servicios esenciales, como las urgencias y la seguridad nacional, están excluidos de esta inactivación parcial.
Entre tanto, los economistas advierten de que esta paralización en solo dos semanas generaría para el país una caída de 0,3 puntos en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el cuarto trimestre del año.
El plan de ley presupuestaria fue aprobado a última hora del lunes por la Cámara baja, por 228 votos contra 201, y enviado al Senado, donde, según lo previsto, votó en contra de la enmienda republicana que buscaba retrasar la aplicación de la reforma sanitaria ‘Obamacare’ del mandato del presidente Barack Obama.
Se trata del 18 cierre de la administración pública estadounidense desde 1976, la última que se prolongó 28 días se efectuó en diciembre de 1995 durante el mandato del presidente Bill Clinton.