Muchas cosas han cambiado en los últimos 15 años, y una de ellas es la visión sobre la seguridad de la nación. “Anteriormente hablábamos de seguridad de Estado”, y se privilegiaban las instituciones del Gobierno, recuerda el vicealmirante Rolendio Alfonso Bracho, secretario general del Consejo de Defensa de la Nación. “En nombre de la seguridad del Estado al pueblo lo metían preso, se cometían abusos y arbitrariedades”, subraya. Con la Constitución de 1999 el concepto cambió al de seguridad de la nación, con participación de la sociedad.
“Nosotros estamos construyendo un socialismo propio, en el que no se busca la desaparición del Estado, sino que el Estado y la sociedad van a construir la nación”, describe. La nación “es un constructo psicosocial, ideológico-cultural, religioso-espiritual e histórico que nos da una identidad nacional”. La nación “es el ser humano”, es la gente.
El capitalismo, en lugar de construir una identidad nacional, “construye una transnación”, analiza.
Venezuela es, de acuerdo con Bracho, un país privilegiado, con una cultura militar en la que los héroes salen a liberar y no a conquistar. La defensa integral, en ese contexto, se entiende en todos los ámbitos, y debe ser construida entre el Estado y la sociedad.
La Secona estudia las amenazas como las que pueden generar conflictos internos y externos, que causen emergencias económicas o desastres naturales. El plan de la patria, según su análisis, no es solo para un periodo presidencial, sino para mucho más allá de cinco décadas. “Toda la población venezolana, independientemente de su ideología política, debería tomarlo para sí”, refiere. La independencia, por ejemplo, no es solo un objetivo de la Revolución: “Nosotros tenemos que garantizar nuestra independencia se cual sea nuestra ideología política”.
En cuanto a lo ambiental, en la secretaría se evalúan los fenómenos como El Niño o La Niña, el comportamiento de las placas tectónicas y otras variables.