La Defensora del Pueblo de Venezuela, Gabriela Ramírez, emitió un comunicado solicitando al Gobierno de Colombia que cese la “campaña de intriga y desprestigio contra nuestro país”, asegurando que existe una nueva política de ofensiva diplomática por parte de la nación neogranadina.
«Queremos hacer un llamado al Gobierno colombiano para que ceda de las campañas de intriga hacía nuestro país, hago un llamado a promover la paz entre ambos países. Quiero recordarle al Gobierno colombiano a que eleve ante el Gobierno venezolano signos claros de que se está buscando un diálogo, para la garantía de los derechos humanos», expresó la funcionaria venezolana.
El comunicado es una respuesta a las acusaciones formuladas por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, quien advirtió a sus ciudadanos que eviten viajar a Venezuela por los supuestos malos tratos que allí están recibiendo otros colombianos, donde -paradójicamente- residen más de cuatro millones de colombianos, en su mayoría desplazados por el conflicto armado en su país.
«El Ministerio de Relaciones Exteriores advierte a los colombianos sobre los riesgos de viajar a Venezuela y recomienda tener particular cuidado a la hora de desplazarse hacia ese destino como consecuencia de las situaciones recientes que han afectado a connacionales en ese país«, precisa el comunicado de la Cancillería colombiana difundido este miércoles.
Este juicio está relacionado con el reciente caso de los ocho ciudadanos colombianos acusados en Venezuela por realizar supuesto espionaje en el sistema eléctrico, quienes según el presidente Álvaro Uribe sólo eran turistas.
Vale recordar que a estos ciudadanos le fueron incautadas cámaras fotográficas con imágenes de varias subestaciones eléctricas del país, del sistema interconectado y de la infraestructura vial.
El pasado viernes 9 de abril, tanto el ministro del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia, Tareck El Aissami, como la Defensora del Pueblo de Venezuela sostuvieron que dichas fotografías son reveladoras y avalan la apertura de un proceso judicial ajustado a la ley venezolana.
El ministro El Aissami aseguró: “Son indicios muy graves que afectan contra nuestra estructura eléctrica y ponen en riesgo la seguridad del pueblo”, al tiempo que ratificó el respeto a los derechos humanos de los detenidos.
Por su parte, Ramírez expresó: «Tenían fotografías de pilotajes de puentes, depósitos de combustible, uniformes y funcionarios uniformados como la Guardia Nacional, instalaciones eléctricas y torres de telecomunicaciones».
«Es extraño que habiendo recorrido el estado Anzoátegui, hayan tomado fotos de esas instalaciones y no haya ninguna de sus playas y sus paisajes turísticos«, respondió la Defensora Ramírez a las afirmaciones del presidente colombiano.
Según la Defensoría del Pueblo colombiana, en estos momentos hay al menos 22 colombianos detenidos y acusados de supuesto espionaje en Venezuela.
Como se recordará, otro caso de detenidos por sospechas de espionaje fue el realizado al funcionario del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), Julio Enrique Tocora Parra en el año 2009. Según el Gobierno colombiano, también estaba haciendo turismo en Venezuela.
El entonces vicepresidente de Venezuela, Ramón Carrizález, explicó en noviembre de 2009 que «el sujeto fue capturado por problemas de identificación y enseguida sale un comunicado del DAS señalando que ha sido capturado uno de sus agentes que se encontraba haciendo turismo en Venezuela. Ni siquiera teníamos la información aquí en Caracas y ya estaba saliendo el comunicado, lo que quiere decir que no estaba solo porque alguien informó inmediatamente de su detención«.
El Gobierno de Venezuela acusó en un comunicado emitido el pasado viernes al presidente de Colombia, Álvaro Uribe, de frenar el posible restablecimiento de las relaciones diplomáticas, quebradas desde 2009 por la instalación de siete bases militares estadounidenses que permitirá que el Ejército estadounidense pueda desplegar cerca de 800 militares y 600 contratistas civiles en las bases.
Cuando se conoció de la firma del tratado el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguró que esa base es la puerta para que Estados Unidos realice operaciones de espionaje contra su país, y punto de partida para una eventual invasión a su nación.