Deforestación en la Amazonía brasileña cae un 31 por ciento

El Ejecutivo de Brasil informó este miércoles que la deforestación en la Amazonía cayó 31 por ciento en los primeros cinco meses de Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en comparación con el mismo período del pasado año.

El secretario ejecutivo del Ministerio de Medio Ambiente, João Paulo Capobianco, presentó esos datos en rueda de prensa y destacó que solo en mayo las alertas por deforestación cayeron un diez por ciento.

Según el programa de vigilancia Deter, del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), solo unos 1.986 kilómetros cuadrados de cubierta forestal se destruyeron entre enero y mayo anteriores en la superficie brasileña de la selva tropical más grande del mundo; lo que representa una disminución con respecto a los 2.867 kilómetros cuadrados del mismo período en el 2022.

Las cifras aportadas por la agencia espacial fueron bien recibidas por los ambientalistas del gigante suramericano, quienes depositaron sus esperanzas en la gestión de Lula, quien asumió la presidencia el 1 de enero último con el propósito de eliminar la deforestación ilegal, luego de la mala política al respecto de su predecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro.

Este lunes, por el Día Mundial del Medio Ambiente, Lula da Silva anunció un nuevo y amplio plan para combatir la deforestación, que incluye la incautación inmediata de la mitad del territorio que se explota ilegalmente para la tala, agricultura, minería y otras actividades en tierras protegidas.

«Brasil juega un papel importante en el equilibrio del clima de nuestro planeta, en gran parte gracias a la Amazonía. Prevenir la deforestación en la Amazonía también ayuda a reducir el calentamiento global», destacó.

Al respecto, el presidente del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama), Rodrigo Agostinho, ejemplificó que, en lo que va de año, el Gobierno de Lula emitió multas por unos 2.230 millones de reales (casi 453 millones de dólares) en concepto de delitos ambientales, lo que significa un aumento del 160 por ciento con respecto al mismo periodo del 2022.

No obstante, recientemente el Ejecutivo ha sufrido una serie de reveses ambientales en el Congreso de Brasil, en el que sus adversarios conservadores tienen mayoría. Por ejemplo, los legisladores aprobaron proyectos de ley que recortan los poderes de los ministerios de Medio Ambiente y Asuntos indígenas, lo cual reduce, de manera drástica, la protección hacia las tierras indígenas.

T/Telesur
F/EFE