Por Pablo Fernández Blanco|Democracia socialista: ¡aceleremos el paso! (Opinión)

En Venezuela se libra una disputa histórica y trascendental entre un modelo en construcción de democracia socialista, autóctona, de raigambre libertaria, con profunda raíz independentista, antiimperialista y de ejercicio de alta intensidad de derechos, ante el modelo de la democracia liberal representativa impuesto por las economías de mercado; modelo éste último que se implantó a sangre y fuego en nuestro país y en toda la región durante el siglo XX.

Este proceso democratizador en la Venezuela Bolivariana está absolutamente inacabado y en pleno desarrollo de sus complejidades, inmerso en la dialéctica de sus aciertos y errores políticos, económicos y sociales. Proceso histórico de quiebre estructural con el pasado y que es en definitiva el que marca las decisiones y el rumbo que va tomando la Patria heroica de Bolívar y Chávez.

Es bueno, justo y necesario una vez más recordar que, aún en la posibilidad de no atinar siempre en los mejores procederes, estamos enrumbados en el camino correcto que pueda deslastrarnos de los vicios y males arraigados que nos ha legado el capitalismo y sus múltiples formas de sometimiento sobre la humanidad.

Desde el punto de vista estrictamente electoral, esa fuerza social y popular conocida como chavismo, en la que convergemos diversos sectores de la izquierda venezolana, viene siendo el motor indómito de la construcción de la democracia socialista, tanto desde las batallas cotidianas de la creación popular como desde la trinchera de la lucha electoral.

Sin embargo, este Gobierno legitimado y ratificado tantas veces, es sometido a las peores descalificaciones y acusado de “dictadura”. Con ello, una parte de la atomizada oposición política se autoriza a sí misma a apelar a fórmulas insurreccionales y conspirativas, reñidas con cualquier concepto de democracia, contra la mayoría de la población que ha respaldado a la Revolución.

Esos actores son los que hoy buscan atiborrar de mentiras los foros internacionales, repitiendo un libreto bien orquestado por los financistas de la desestabilización que hoy, digitan a control remoto desde Miami, Madrid o Panamá a esta patológicamente enferma oposición no democrática.

¡Toca acelerar el paso!, radicalizar la gesta transformadora y exorcizarnos culturalmente de las viudas trasnochadas de la seudo-democracia burguesa y parasitaria, que se resisten mediante mil artilugios a morir en la vida política de este país.

T/ Pablo Fernández Blanco
pabloefb@yahoo.com