René González, uno de los cinco antiterroristas cubanos condenados a largas penas en Estados Unidos, fue amenazado de muerte en Miami, según una denuncia publicada hoy por el diario Granma.
En un artículo de ese rotativo, el periodista canadiense Jean Guy Allard reproduce una llamada al programa radial La tarde se mueve, en la cual un oyente pidió «modificarle la salud» a René, quien cumple tres años de libertad supervisada en suelo norteamericano, después de 13 años encerrado.
Si la amenaza fuera dirigida contra alguna autoridad estadounidense se hubiera convertido en espectacular operación policíaca, consideró Allard, un investigador especializado en las relaciones Washington-La Habana y en la hostilidad anticubana desde la nación norteña.
De acuerdo con el periodista, el oyente reconoció que hay gente en la ciudad de Miami dispuesta a asesinar a René, arrestado en 1998 junto a Gerardo Hernández, Fernando González, Ramón Labañino y Antonio Guerrero por dar seguimiento a grupos violentos que precisamente, en esa urbe floridana, organizan acciones contra Cuba.
En el programa se produjeron en total 25 llamadas, 16 de ellas de personas partidarias del regreso de René a Cuba, contrastó en su artículo el autor de libros y estudios sobre la subversión sembrada por Estados Unidos en Latinoamérica.
Para Allard, llama la atención la impunidad con la que ocurren actos contra Cuba en Miami, ciudad a la que califica de «santuario terrorista creado por la CIA para su guerra sucia contra América Latina».
Lo demuestran de manera irrefutable hechos ocurridos en las últimas semanas, apuntó.
El periodista canadiense radicado en Cuba también menciona en su artículo publicado por Granma el atentado hace apenas unas semanas contra la firma Airline Brokers, una agencia de viaje especializada en la isla caribeña.
«El FBI no solo no esclareció sino que tampoco logró identificar un solo sospechoso, aún cuando sitios web abiertamente vinculados al terrorismo -incluso al asesino Luis Posada Carriles- emitieron comentarios que indican un conocimiento claramente sospechoso del crimen», denunció.
Posada Carriles vive libre en Estados Unidos, pese a su autoría confesa en la voladura de un avión cubano con 73 personas a bordo, en octubre de 1976.