La Agencia colombiana de Prensa Rural denunció hoy intimidaciones en su contra protagonizadas por infiltrados de la fuerza pública en las protestas de unos cuatro mil 800 campesinos en la región del Catatumbo.
Hombres vestidos de civil, que ocultaban sus rostros con pasamontañas y equipados con cámaras de video, surgieron entre las tropas de los escuadrones móviles antidisturbios.
Los infiltrados, añade la fuente, están intimidando directamente a los reporteros de la Agencia de Prensa Rural y de la emisora Independiente Radio.
«Tememos por la integridad física de nuestros compañeros periodistas y por la del resto de campesinos y campesinas. Los videos grabados podrían manipularse y utilizarse como pruebas falaces en futuros montajes judiciales», señaló ese medio alternativo.
Tras una fracasada reunión con autoridades del Gobierno, las protestas de los campesinos en siete municipios del departamento del Norte de Santander se recrudecieron hoy en medio de fuertes enfrentamientos con la policía y el ejército.
Desde horas tempranas unos 600 efectivos trataron de dispersar sin éxito a los manifestantes con gases lacrimógenos, balines de goma y bombas aturdidoras en el sector de la Uno, en las inmediaciones de la compañía Ecopetrol, en el casco urbano del municipio de Tibú.
En esta jornada se reportó un campesino herido de gravedad en el tórax, alcanzado por un artefacto explosivo lanzado por la fuerza pública, que se suma a otros 10 heridos, tres de ellos con amputaciones en las manos y antebrazo.
Los agricultores, que mantienen desde hace 11 días varias vías bloqueadas, aseguran que no se moverán hasta ser escuchados por el Gobierno.
Entre sus demandas exigen la definición de una Zona de Reserva Campesina en el Catatumbo, rechazan los proyectos de la llamada locomotora minera y abogan por la sustitución gradual de cultivos ilícitos mediante proyectos productivos sostenibles.
La víspera intentaron dialogar con varios miembros del gabinete de Juan Manuel Santos, entre ellos el ministro de Agricultura, Francisco Estupiñan, en una infructuosa mesa que fue abandonada por los agricultores en rechazo a la presencia del mayor general Rodolfo Palomino, director de Seguridad Ciudadana de la Policía.
El ministro del ramo afirmó que si quieren conversar sin la presencia de la fuerza pública deberán viajar el lunes próximo a Bogotá.
La invitación, reportó la cadena Telesur, fue rechazada por los labriegos quienes exigen que el debate se reinicie en Tibú, la zona en conflicto, y que en la mesa no participen las fuerzas de seguridad del Estado.