Por Orángel Rivas|Depredadores de la renta petrolera

La economía nacional tiene una determinada posición de inversión internacional.

Uno de los componentes de esa posición son las “monedas y depósitos en el exterior”, la cual para el tercer trimestre de 2013 alcanzaba a 182.664 millones de dólares, correspondientes a 20.139 millones de dólares al sector público y 162.525 millones de dólares al sector privado.

Para el tercer trimestre del año 1998 esos indicadores se ubicaban en 21.566 millones de dólares, compuestos por 2.463 millones de dólares correspondientes al sector público y 19.103 millones de dólares correspondientes al sector privado.

Ello significa un incremento de 161.098 millones de dólares, entre el III trimestre de 1998 y III trimestre de 2013.

El importante aumento de la acumulación de activos en dólares en el sistema financiero internacional, principalmente, por parte de la burguesía y de la pequeña burguesía, que son personificaciones del capital, es significativo para el proceso de transición al socialismo.

Un hipotético retorno de esos capitales generaría un circuito positivo en la dinámica económica del país, que beneficiaría al conjunto de la burguesía y de la clase obrera.

El gran desafío de la transición al socialismo es generar una dinámica que, a pesar de la lucha de clases, sea atractivo realizar inversiones de capital y ahorros en la economía nacional, superando los condicionantes materiales que generaron esa masiva salida de capitales.

El capital no cambia su naturaleza explotadora, pero puede regularse su carácter rentístico, en el que lo primordial sea no crear incentivos al trabajo improductivo, sino al productivo, como tiende a suceder actualmente con la expansión de actividades económicas no productivas, sino más bien depredadoras de la renta petrolera, realizadas por la burguesía e incluso por sujetos de la clase obrera y de la población sobrante para el capital.

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