Por Nelson Guzmán|La derecha golpista y sus afanes (Opinión)

La renuncia se la viene pidiendo al presidente Nicolás Maduro la derecha golpista: el argumento estaría basado en que el Presidente obrero no ha logrado resolver la situación del país y la tensión se intensifica cada día más. Se obra con conocimiento de causa, la derecha trata de reblandecer a los socialistas colocando a Maduro entre la espada y la pared. En los argumentos de los diputados de la oposición no hay ningún interés en apostar a la convivencia, la agenda es bélica.

Hay que decirlo con claridad, Maduro debe exigir a la Guardia Nacional (GN)la intensificación de su acción contundente contra el bachaqueo. A tan solo metros de la Redoma de Petare, Quinta Crespo y Catia subsisten los bachaqueros y la GN y eso hay que meterle la lupa y corregirlo de inmediato, está en juego el destino de la República. A esa situación hay que ponerle remedio de inmediato. Hay un sector perverso que juega a que zozobre el Gobierno Bolivariano. El esquema en el cual se ha colocado la oligarquía es el de dinamitar, sabotear y desprestigiar las obras de la Revolución.

Manos criminales incendian el Waraira Repano (Ávila) volviendo la situación más angustiosa, porque ya no solo es el fenómeno de El Niño y la prolongada sequía, sino la falta de agua y de electricidad. La punición del Estado contra todos aquellos que atenten contra la democracia no vuelve al Gobierno intolerante, sino que la democracia está obligada a defender la democracia con hechos. No se puede aceptar la anarquía.

Los ciudadanos deben contar con los mecanismos legales que le indiquen el recato. En esta gran cruzada contra los paramilitares, contra los saboteadores hay que llamar a las fuerzas vivas en defensa de la Revolución, me refiero a los Consejos Comunales, a la Reserva, a los universitarios, a las urbanizaciones. Los venezolanos vivimos hoy la antesala de la desestabilización que padeció el presidente Salvador Allende en Chile de 1973.

Los asambleístas de la MUD se han quitado la capucha y van por la calle del medio contra las instituciones democráticas que hemos elegido los venezolanos; se pretende ampliar el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), se siembra cizaña contra el Supremo Tribunal diciendo que es un aliado del Gobierno. Pretender por otro lado amnistiar a delincuentes tarifados por el Gobierno estadounidense aprobando un instrumento como la ley de amnistía, no es otra cosa que levantar las banderas de la irracionalidad. Ningún Estado de derecho se funda desde los presupuestos epistemológicos que la derecha pretende hacerlo.

Los gobiernos del comandante Hugo Chávez y del presidente Maduro han sido atacados desde todos los ángulos; invocar la puesta en marcha de la Carta Interamericana es no conocer la tolerancia, es convocar fuerzas oscuras que podrían llenar de cadáveres a Venezuela.

La región ha sido sembrada de la incertidumbre y la zozobra. Se pretende dividir el Estado Multinacional de Bolivia, lo mismo se intenta hacer con el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff al pretender llevar adelante un golpe institucional acusando a la mandataria de corrupta; el asunto no queda allí, sino que se ha pretendido enlodar al expresidente Lula a los fines de inhabilitarlo como futuro candidato presidencial.

El Pentágono va a la carga contra Suramérica, se trata de que estas conmociones produzcan una debacle de gran magnitud. El camino es incierto. La oposición venezolana nunca ha presentado su programa de gobierno a los venezolanos.

guznelson@yahoo.es