Ante la aprobación de la Ley Habilitantes por la Asamblea Nacional de Venezuela, la derecha continental y del reino de España reaccionó a coro y sin ahorrar adjetivos virulentos y amargos.
La nueva Ley Habilitante, solicitada por el Poder Ejecutivo, está dirigida a tomar medidas especiales, coyunturales y estructurales, frente a la emergencia suscitada por las lluvias. En especial, en temas relacionados con la vivienda, lo que involucra, necesariamente, la propiedad de la tierra y los recursos financieros para solventar la crisis.
La versión digital de Clarín, en su sección Mundo, titula «Chávez gobernará por decreto y avanza sobre la banca privada». Allí puede leerse una nota de Ludmila Vinogradoff, ampliamente conocida por su participación en el golpe de Estado contra el Presidente Chávez en el 2002, cuando era corresponsal de El País de España, en Caracas.
En la nota en cuestión, Vinogradoff consulta y reproduce toda la propaganda desplegada por la derecha venezolana. En el texto abundan las alusiones a «poder», «todo el poder», «suporpoderes», «estatización», «censura» y «control».
Con igual virulencia y en contraste con la experiencia del pueblo argentino frente a la responsabilidad de la banca, Clarín reproduce la condena de la derecha a la aprobación de la Ley de Instituciones del Sector Bancario. Instrumento que reconoce a la banca como de «utilidad pública», regula su participación en inversiones de riesgo -lo que garantiza en mayor medida los depósitos de los ahorristas-, facilita la participación de la banca en inversiones orientadas al desarrollo económico de Venezuela y posibilita el financiamiento de iniciativas populares productivas.
En la misma dirección, Europa Press utiliza como fuentes informativas a representantes de los grupos políticos de derecha venezolana y se pliega a sus argumentos y lenguaje, hasta reproducir expresiones como «en su obsesión egoísta pretende por la fuerza…», pronunciada por Julio Borges, una de las recordadas figuras del golpe de Estado de 2002.
El diario El Mundo, en la sección América de su sitio digital, acude a las trilladas críticas de la figuras de derechistas de Aznar y vargas Llosa, en contra del Presidente Chávez.
El «selecto» grupo contó además con la participación de Jorge Quiroga (Bolivia) y Álvaro Uribe (Colombia), quienes se encontraban participando en uno de los típicos eventos de los conservadores, los que siempre tienen la palabra «libertad» en el título.
Durante este cónclave, y como es habitual, se escucharon críticas contra las fuerzas populares de América latina y se elogió el desempeño de las economías neoliberales.
De acuerdo con la nota de El Mundo, Uribe aprovechó esta ocasión para sugerir que Brasil debería utilizar su poder económico para presionar a los gobiernos de orientación popular de América del Sur. «Quisiera que (Brasil) fuera un vecino más activo cuando se vean abusos a la democracia», cita la edición digital.
La Prensa Gráfica, de El Salvador, por manipulación o ignorancia, dice que «La oposición (venezolana) teme que con la medida el gobernante amarre a la nueva Asamblea, en la que ya no cuenta con una mayoría oficialista», desconociendo así los resultados electorales en los que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo una amplia ventaja en la conformación de la Asamblea.
El diario salvadoreño también reproduce sólo la argumentación de la derecha venezolana pero, en referencia a las medidas tributarias, se ve obligado a reconocer que el Impuesto al valor Agregado (IVA) de Venezuela es uno de los más bajos de la región.
EXPERIENCIA HABILITANTE
Es ésta la cuarta ocasión en que el Presidente Chávez recibe la aprobación de una ley habilitante. Frente a cada una de ellas la derecha venezolana ha reaccionado de igual forma, intentando presentar la medida como una «amenaza a la democracia»
Muy por el contrario de los augurios de las fuerzas de derecha, la normativa legal surgida de la experiencia habilitante ha permitido instaurar, profundizar y hacer irreversibles importantes conquistas populares en Venezuela.
La democratización de la participación en la vida económica y en el desarrollo, así como la democratización de la propiedad de la tierra, son algunas de las conquistas que se materializaron en el marco de las leyes habilitantes.
Frente a la primera ley habilitante otorgada al presidente Chávez, la derecha venezolana orquestó las acciones que condujeron al golpe de Estado de 2002, en abierto contraste a la supuesta «defensa de la democracia» esgrimida por los grupos conservadores.
Ley de Tierras, Ley de Pezca, Ley de Tierras Urbanas, Ley de Hidrocarburos, han sido algunos de los puntos de mayor confrontación para la derecha venezolana, pero también los de mayor apoyo de los sectores populares y sus organizaciones.