Más de 70 derrumbes ocurridos en las últimas 48 horas en las carreteras de Ocumare de la Costa y Choroní, en el estado Aragua, mantienen restringido el paso vehicular hacia el litoral aragüeño.
Así lo informó el gobernador de esta entidad, Rafael Isea, quien dijo que las cuadrillas de los entes gubernamentales trabajan para despejar ambas vías, sin embargo, las incesantes lluvias no han permitido completar las labores de remoción de tierra, piedras y sedimentos que se han deslizado desde el cerro.
Dijo que las intensas precipitaciones, caídas en la parte alta del Parque Nacional Henri Pittier, provocaron el desbordamiento de los ríos La Trilla y Bariloche, ubicados en la vía que conduce hacia Ocumare de la Costa.
“En estos eventos afortunadamente no se registraron pérdidas humanas ni materiales que lamentar”, acotó.
El mandatario aragüeño informó que enviaron alimentos, agua potable y enseres para las familias que habitan en Choroní, porque los trabajos en la carretera que comunica a Maracay con esa zona costera se mantendrán hasta que sea solventada por completo la contingencia.
Para atender cualquier emergencia activaron 6 mil funcionarios de la Policía de Aragua, Protección Civil y Administración de Desastres, Bomberos, Emergencias 171 y Ministerio del Poder Popular para Transporte y Comunicaciones (MTC).
En relación con la activación de los centros de acopio, dijo que establecerán puntos en los municipios más vulnerables para recolectar alimentos, medicinas y enseres que puedan ser utilizados en cualquier situación de emergencia que se presente.
Estos espacios también podrán ser utilizados para recibir a los damnificados de otros estados del país.
De igual forma, las autoridades evalúan el acondicionamiento de algunos refugios para resguardar a aquellas familias que ameriten ser desalojadas en caso de que se agudicen las condiciones climáticas.
Las instalaciones del Hotel Maracay, el Coliseo El Limón, el Instituto Regional del Deporte (Irda) y el Polideportivo Las Delicias podrían ser utilizadas para albergar a las personas cuyas viviendas resulten afectadas por las lluvias o que habiten en zonas vulnerables.