Veinte personas murieron este domingo acribilladas a balazos por hombres armados desconocidos en la localidad de Dogon Dawa, Estado de Kaduna, en el norte de Nigeria, informaron fuentes policiales.
El violento incidente ocurrió en el momento que las víctimas salían el domingo de una mezquita y se presume que fue una acción de represalia de las atacantes, aunque aún no existe confirmación.
Según el teniente coronel Sani Usman, los hombres armados intentaron en esta semana robar a los habitantes de la zona, pero fueron rechazados por sus pobladores.
La agresión todavía no fue reivindicada por grupo alguno, si bien otras fuentes presumen pudiera haber sido cometido el ataque por la organización islámica Boko Haram, responsable de ataques y atentados en el norte del país con saldo de cientos de muertos, heridos y daños materiales.
Esta masacre forma parte de una serie de hechos violentos que en los últimos meses se suceden en este Estado del oeste de África, particularmente los domingos y contra instalaciones religiosas.
En las últimas semanas el ejército nigeriano arremetió con fuerza sobre Boko Haram y el 7 de octubre unos 30 integrantes del grupo islamista radical murieron en un enfrentamiento con tropas en la ciudad de Damaturu, en el estado nigeriano de Yobe.
Durante el choque armado falleció el comandante de la organización en esa región, nombrado Bakaka «El tuerto», divulgaron medios de prensa.
Los datos oficiales cifran en más de mil 500 los muertos desde el 2009 cuando fuerzas de seguridad nigerianas ultimaron al líder de la organización, Mohammed Yusuf.
Este grupo radical anunció en más de una ocasión en los últimos meses que continuará con sus acciones violentas, en las cuales incluye también a medios de prensa que denunciaron sus actos.
Mediante su lucha intenta imponer la ley islámica o Sharia en Nigeria, país con una población de 170 millones de habitantes y con prevalencia de las confesiones cristiana y musulmana.