La especie habitó Europa durante el Cretácico|Descubren nueva especie de cocodrilos con enormes dientes

Un grupo de investigadores ha descubierto los restos fósiles (más de una decena de cráneos completos) de una nueva especie de cocodrilo poseedor de unos dientes enormes que habitó Europa durante el Cretácico.

El grupo de Biología Evolutiva de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) ha descubierto en el yacimiento de Lo Hueco en Cuenca (España) los fósiles de esta nueva especie que ha sido bautizada como Lohuecosuchus megadontos, cuyo nombre deriva del enorme tamaño de sus dientes.

Según los investigadores, el nuevo cocodrilo descubierto en el yacimiento conquense de Lo Hueco tenía hábitos anfibios, era bueno nadador aunque caminaba también fuera del agua y su cuerpo estaba cubierto por una reforzada armadura dérmica formada por varias filas de huesos integrados en su ya gruesa piel.

A pesar de sus similitudes con otros cocodrilos, se caracteriza por unos dientes desproporcionadamente grandes, hasta el punto de ser los mayores que se conocen en grupos cercanos de estos reptiles. Esta nueva especie extinta del Cretácico constituye el pariente más cercano del grupo formado por todos los cocodrilos actuales.

“Los dientes desproporcionadamente grandes hacen que su maxilar se proyecte lateralmente y hacia debajo de una forma muy característica”, explica a Sinc Francisco Ortega, coautor del estudio.

Así, el Lohuecosuchus megadontos pertenece al grupo extinto de alodaposúquidos que vivió hace más de 66 millones de años en Europa y conforma el pariente más cercano del grupo formado por todos los cocodrilos actuales cuyo linaje se remonta a hace 230 millones de años.

El yacimiento de Lo Hueco fue en su día un humedal costero y gracias a este descubrimiento y al análisis de los múltiples cráneos, los investigadores han podido encontrar diferencias características con el género Allodaposuchus, ya que hasta ahora todos los restos de Europa occidental (Francia y España) que parecían ser cocodrilos modernos primitivos se habían integrado como Allodaposuchus. Ahora sabemos que “son formas emparentadas y ambas pertenecen a los alodaposuquidos”, aclara Ortega.

El hallazgo ha sido publicado en la revista PloS One.

TyF/Hispantv