El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, desestimó la necesidad de ayuda internacional para combatir el siniestro que arrasó más de 161 mil hectáreas de bosque forestal en el noroeste del país.
En rueda de prensa, el mandatario agradeció las iniciativas expuestas por varios países, entre ellos Rusia, y aseguró que Canadá no necesita en estos momentos de apoyo externo.
«Estamos empezando a conocer el impacto económico del incendio», dijo Trudeau, quien aseguró que una evaluación completa del caso demorará días, semanas o meses, en dependencia del área en análisis.
El gobernante confirmó que la localidad de Fort McMurray registra graves daños, pero será reconstruida con la ayuda de todos los canadienses.
Hace más de una semana el fuego se expandió por los bosques de la provincia de Alberta y solo en la región de Fort McMurray fue preciso evacuar a unas 100 mil personas, entre ellos trabajadores de las compañías petroleras que operan en la zona.
Las empresas del sector energético instaladas en la cuenca de arenas bituminosas suspendieron o redujeron al mínimo la explotación de los yacimientos y extrajeron a los operarios ante el avance de las llamas.
Según estimados oficiales, la provincia de Alberta esperaba ingresar este año unos mil millones de dólares estadounidenses en regalías petroleras pero esa cantidad deberá reducirse a causa de los actuales incendios.