El gobierno estadounidense continúa este sábado sin saber cómo responder a la reciente decisión de los estados de Colorado y Washington de permitir la venta, posesión y el uso de la marihuana como droga.
Más del 53 por ciento de los ciudadanos de ambos estados aprobaron el pasado día 6 la tenencia para consumo personal de hasta 28,5 gramos del cannabis para personas mayores de 21 años, además de su comercializacion en tiendas bajo licencia estatal y con el correspondiente pago de impuestos.
Oregón también sometió a consulta una iniciativa similar, pero sus electores la rechazaron
Un funcionario de la casa Blanca confesó de forma anónima al Washington Post que la Fiscalía no respondió a los llamados de nueve miembros de la Agencia antidrogas para que detuviera la iniciativa, para evitar roces con sus defensores en los tres territorios antes y durante los comicios generales.
Washington y Colorado constituyen las primeras demarcaciones de Estados Unidos que despenalizan el uso de la marihuana como estupefaciente.
El primer estado prevé implementar la legislación el próximo 9 de diciembre, mientras en el segundo será el 5 de enero de 2013.
El Distrito de Columbia y 18 territorios norteamericanos autorizaron el cultivo y comercialización del cannabis bajo recomendación médica para tratar síntomas de enfermedades como cáncer, glaucoma, SIDA y mal de Alzheimer.
Estados Unidos es uno de los principales productores y consumidores de la marihuana y su variante transgénica, que cuadruplica los efectos psicoactivos del estupefaciente y, en consecuencia, afecta más al sistema nervioso central.
Diversos estudios aseguran que el componente tóxico del último producto provoca grandes alteraciones de la memoria a corto plazo, disminuye la capacidad de aprendizaje y concentración, produce letargo y problemas de locomoción.