Por Reinaldo Iturriza López|Después del 6D: no hay chavismo vencido (Opinión)

La identidad política del chavismo está intacta. Todo el que haya estado recientemente en las catacumbas lo sabe. Triunfante la guerra económica, el chavismo ha visto disminuir su fuerza. Pero permanece allí, irreductible. Aún puede hablarse con absoluta propiedad de una revolución bolivariana, porque existe un sujeto de esa revolución. Se dirá que son cuestiones básicas, pero son éstas, justamente, las que hay que tomar en cuenta a la hora de los balances por hacer.

No ha triunfado la oposición, sino la contrarrevolución. La caracterización, hecha por Maduro, es clave. La contrarrevolución ha logrado imponer, de manera circunstancial, las reglas de juego. Tiene la iniciativa. Para lograrlo no sólo se ha valido del antichavismo histórico (hay que decirlo, de los deseos legítimos de “cambio” de una parte de su base social, que no se identifica con las tendencias más fachas), sino que, por primera vez, ha logrado movilizar a un porcentaje de la base social del chavismo. Éste es, tal vez, el dato más enigmático del actual momento político.

¿Cuáles son las condiciones que han hecho posible este fenómeno de desafiliación política? ¿Hasta qué punto puede atribuírsele a la guerra económica? Sin menospreciar en lo absoluto los efectos de esta última, mi hipótesis es que este fenómeno también puede ser entendido como una reacción extrema, desesperada, frente a lo que se juzga como no correspondencia entre la práctica de parte del liderazgo chavista (en funciones de gobierno o con responsabilidades en el partido) y la cultura política chavista.

Bien se trate de funcionarios de gobierno o de partido, debemos someter a profunda revisión nuestras prácticas militantes. Revisar, por ejemplo, en qué medida hemos logrado asimilar que la política revolucionaria habrá de ser una política de los comunes. No se trata de una cuestión secundaria: entender que la política chavista es, por definición, una política de los iguales, equivale a resolver un problema conceptual decisivo. Quizá sea ésta la gran revolución teórica del chavismo, su contribución a la emergencia de una cultura política emancipatoria adaptada a los rigores, circunstancias y desafíos del siglo XXI. Y sin embargo, no le prestamos la importancia que merece.

El pueblo lo sabe. Sabe de sobra que con Chávez hizo épica. Los nadie, los invisibles hicieron épica haciéndose chavistas. Después de Chávez, imp emedo.

Revisar nuestras prácticas militantes no significa entregarnos a la introspección mientras la vida acontece. Pero hagamos todo cuanto esté a nuestro alcance para no dedicarnos a enumerar los defectos de una clase política antichavista que, por más impresentable, hoy se erige vencedora. Sobre todo porque no estamos acostumbrados a la derrota electoral, seamos buenos perdedores. No importa si algunos de ellos se comportan como los peores ganadores. No caigamos en provocaciones: ¿acaso no está claro que el objetivo de éstas es inducir nuestros errores políticos?

Además, revisar nuestras prácticas militantes supone la ventaja estratégica de que es una tarea que le corresponde a todo el chavismo, si bien el acento está puesto en su liderazgo. Lo crucial, si al caso vamos, es que éste último evite, en todo momento, recurrir al viejo expediente de la culpabilidad de las masas malagradecidas. Un liderazgo político revolucionario asume responsabilidades, no distribuye culpas. Volviendo: revisar nuestras prácticas es algo que debemos hacer todos, y no sólo Maduro o el burócrata tal o cual. ¿Hasta qué punto hemos asimilado las lecciones históricas de la profunda transformación cultural que significó la insurgencia del chavismo? ¿Cómo se expresa esto en la forma como hacemos política? ¿Realmente hemos entendido que la revolución es una obra colectiva, y no uno más de tantos asuntos pendientes del gobierno, el partido o el Presidente?

La identidad chavista está intacta. Ella puede encontrarse en las catacumbas, pero también se ha expresado electoralmente este 6D con extraordinaria energía. A pesar de tener tanto en contra, o precisamente por ello, el chavismo ha salido a pelear, una vez más, aunque el empeño que le ha puesto no haya sido suficiente. Pero que lo sepa el mundo: el chavismo es, por definición, un sujeto guerrero. Seguirá peleando, y se reencontrará con la victoria. Tan seguro como que se llama chavismo.

No hay chavismo vencido.

El señor Iturriza, en su escrito, dice que un verdadero revolucionario, asume responsabilidades y no distribuye culpas, por favor señor, aparte de las responsabilidades que pueda asumir por el cargo o función que ejerció, hay señalar responsabilidades, porque, por ejemplo, en más de una alcaldía o gobernación la corrupción campeó como en los mejores tiempos de la cuarta república y, me remito a la alcaldía del Municipio Simón Bolívar, donde las famosas UBCH dejaron a un lado a los consejos comunales y recibieron todos los recursos para distribuirlos a su manera y descreción, por lo menos, la que yo conosco.

  • sr.maximo lira , de donde saca usted que la pobresa ha aumentado en venezuela? es evidente que usted no ve las televisoras venezolanas. usted no esta informado de la infinidad de logros de nuestro proceso porque esta sujeta al uso del cable y una telefonio obsequiada por nuestro sistema de gobierno.En estas elecciones lo que si queda claro es que creció la ignorancia y la traiicion…el vasayaje al amo yanky y eso si es un retroceso atróz para la clase trabajadora.saludos a todos los camaradas de esta tierra ,dignos hijos de libertadores.

  • Lo. que. ha sucedido con el proceso revolucionario es que hemos sido muy blandos los chavistas dándoles a la oposición espacios de dirigencia en los ministerios e institutos autónomos , beneficios que muchos chavistas no disfrutan y la oportunidad de hablar libremente en contra del proceso y decir que votaban nulo y nadie lo iba a sacar de hay..sucedió en todas partes yo soy una ciudadana de a pie que ve lo sucede en la calle

  • Definitivamente el chavismo, empezando por Maduro, no es capaz de reconocer sus errores. Como no los reconoce, no los revisa, ni trata de corregirlos. Por eso está condenado a desaparecer.

  • El que a pesar de los ENORMES ingresos petroleros obtenidos hasta el año pasado, (más de 800.000 millones de dólares) en Venezuela existan más pobres que antes, ¿No es derrota del chavismo?

  • El chavismo no desaparece por una sola razon:EN el 92 fuisteis ese algo que se nos poso en el alma cantando una canción perenne de esperanza; en el 99 te volviste una realidad de Inclusión protagonismo Participacion para millones de de invisibilizados ,eres faro en la noche oscura para los pobres del mundos.a los chavistas que se castigaron y nos castigaron a todos votando por la oposición les digo, que perdimos? Una asamblea roja rosita, que ganamos? Que Quienes se castigaron Abran los ojos y se destapen los oídos pues a quienes les abrieron las puertas de la asamblea fue a su peor pesadilla:aquienes tenemos a Chávez en el alma y el corazón, no en la panza, no en la nevera ni en el gabinete del baño les digo. Hoy sabemos nuestros derechos sabemos nuestros deberes:Gracias mi comandante eterno por amarnos tanto y enseñarnos a valorarnos:Por encima de las dificultades el amor a la patria, los hijos ,a la vida. Maduro estamos contigo eres el elegido de Chávez Para cuidar la PATRIA

  • Cobnsidero que el companero Maduro sepa ejercer con mano firmae su aotoridad como president para reguardar los triunfos de la revolucion que tanto a costado. hay que saber responder alos mal agradecidos que se olvidaron de los beneficios obtenidos por la revolucion y se dejaron convencer por un plato de lentejas.

  • Así es amiga Janet, el chavismo continúa adelante, que esta batalla perdida no nos amilane, más bien unámosno más que nunca, por el bien de nuestra patria querida. que estos escualidos no se pongan con cómicas y legislen bien, respetando nuestra Carta Magna.

  • Cómo se que soy ganadora si nunca he perdido ?, el verdadero camino del triunfo se inicia cuando se pierde: Chavistas se inicio el camino, recordemos, ahora hay que andarlo hasta el triunfo y la victoria siempre.