Formar profesionales para la atención e inclusión de las personas con sordoceguera. Esta fue una de las premisas que inspiró el seminario “Construcción de nuevas perspectivas para el abordaje de las personas sordociegas en Venezuela”, realizado en la sede del Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), ubicado en El Paraíso.
Gracias al apoyo del Gobierno Bolivariano a través del Ministerio del Poder Popular para Ciencia, Tecnología e Innovación y su ente ejecutor, la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho (Fundayacucho), el seminario se convirtió en un referente académico para todas aquellas personas e instituciones interesadas en la atención de individuos con discapacidad, especialmente aquellas con la doble condición de sordera y ceguera.
Este seminario, que se llevó a cabo el pasado 7 de marzo, nació luego que Naileth López y Romina Sciacca, profesoras del IPC, se especializaran, con el apoyo de Fundayacucho, en el Instituto Lega del Filo D’Oro (Italia), referente a nivel mundial en materia de sordoceguera.
“El objetivo de la actividad fue generar propuestas con los organismos que trabajan con las personas con sordoceguera para su abordaje en nuestro país, ya que el este tema es poco manejado y estudiado en Venezuela”, precisó Sciacca.
“Con esta iniciativa queremos lograr la divulgación y socialización de experiencias de investigadores”, dijo la profesora Belén Osorio, jefa del Departamento de Educación Especial del IPC. Además, señaló que espera “contar no solo con el apoyo de Fundayacucho, sino con otras instituciones que nos brinden el apoyo para formar a nuestros profesores en áreas de educación especial y atención a personas con discapacidad”.
Nelcida Salcedo, presidenta de la Fundación de Padres y Amigos del Sordociego (Fundapas), reconoció que este encuentro le permite conocer los últimos avances en la atención a personas sordociegas. “Tengo un hijo con esta condición todo lo que aprendí lo voy a poder utilizar para tratar con él además socializarlo con otras personas”, señaló.
El seminario contó con la participación de delegaciones del Conapdis (Consejo Nacional de Atención a Personas con Discapacidad), FUNDAPAS, la Asociación Civil de Sordociegos de Venezuela (SOCIEVEN), la Organización Venezolana de Sordociegos ORVES y el equipo de Educación Especial del IPC.
Vamos a seguir profundizando estos programas de formación no conducentes a título, no solo con las personas con discapacidad, sino con las misiones sociales, pueblos indígenas y servidores públicos, para la profundización de los procesos de inclusión, puntualizó Alfonso Álvarez, director general de Programas y Convenios de Fundayacucho.
FUNDAYACUCHO, EMBAJADOR DEL SORDOCIEGO EN VENEZUELA
Aunque en Venezuela no existen cifras oficiales sobre la cantidad de personas con la doble condición de sordera y ceguera, sin embargo, cálculos de organismos locales dedicados a la atención de estas personas estiman que para este año la cifra supera las 5 mil personas con este tipo de discapacidad múltiple sensorial, mientras que en Latinoamérica la cifra asciende a 77 mil personas.
Los individuos con esta condición tienen que superar distintos tipos de barreras para comunicarse con el resto del mundo, “sus manos son su vista y su audición”, explicó la profesora del IPC, Romina Sciacca.
Invisibilizadas por décadas en el país, no solo las personas con sordoceguera, sino todas las personas con discapacidad, estuvieron al margen de la vida social, excluidas no solo por un marco jurídico nacional inexistente que los protegiera, sino además por los modelos médicos y educativos que planteaban la discapacidad como una carencia o incapacidad.
“Hoy con el apoyo de Fundayacucho se ha permitido avanzar en el proceso de inclusión de toda aquella población que de alguna otra forma estaba excluida. Ahora las personas con discapacidad pueden tener voz y voto para que el mundo conozca sus necesidades”, subrayó la profesora Sciacca.
En la actualidad la sordoceguera se entiende como una necesidad especial, comenta María Luz Neri de Troconis, Fundadora y directora de Sordociegos de Venezuela (Socieven) con más de 30 años de experiencia en el trabajo con personas con sordoceguera.
Esta alianza con Fundayacucho permite que “la sordoceguera comience a ser más conocida y tomada en cuenta por otras instituciones, para lograr una lucha única, con identidad propia, que además requiere un profesional formado”, dijo Troconis.
Agregó que “en la medida que la gente entienda que la persona que tiene una discapacidad de ceguera y sordera juntos, también tiene toda una potencialidad, el mundo le podrá brindar las oportunidades para desarrollarse al máximo”.
“Mil gracias a Fundayacucho”, acotó Troconis, “necesitamos instituciones como estas para seguir adelante. Con sus aportes, Fundayacucho se ha convertido en embajador de la persona sordociega en Venezuela”.
Para conocer más sobre el tema los interesados pueden ingresar en el portal Web www.socieven.org.