La Policía Civil brasileña detuvo a seis personas por su participación en el asesinato de un hombre negro, golpeado hasta morir por agentes de seguridad de un supermercado Carrefour en la ciudad de Porto Alegre.
El soldador Joao Alberto Silveira, de 40 años, recibió la paliza en la noche del 19 de noviembre en un centro de la red comercial francesa en esa urbe.
Un testigo grabó con su celular la agresión y las imágenes circulan en redes sociales.
La policía del estado Rio Grande do Sul acusó a las seis personas de triple homicidio (motivos delictivos, asfixia y un recurso que imposibilitó la defensa de Silveira).
No hubo acusación de discriminación, pero la delegada Roberta Bertoldo hizo mención al ‘racismo estructural’, al comentar el caso.
Carrefour informó que aún no ha tenido acceso a la investigación. La empresa de seguridad Vector repudió los actos de violencia e informó que los empleados involucrados fueron retirados de su personal.
De acuerdo con la policía, a partir del análisis de las pruebas recogidas, es posible identificar que hubo una exageración en las agresiones y esto fue el resultado de la fragilidad socioeconómica de la víctima.
Sin embargo, los acusados no responderán por el delito de ofensa racial, después que la familia de Silveira haya señalado el racismo como la causa del delito.
La investigación reveló que los testimonios mostraron que hubo una indiferencia de los empleados vinculados a Carrefour y a Vector respecto a las acciones que cometieron contra la víctima. La situación se clasificó como ‘degradante e inhumana’.
Para la policía, además de los guardias de seguridad, los otros cuatro acusados contribuyeron a la muerte al mantener alejados al soldador y a la esposa de la víctima, haciendo imposible cualquier ayuda.
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