Detienen una ejecución en EEUU tras más de veinte minutos buscando una vena para la inyección letal

El estado de Ohio (EEUU) ha tenido que detener este jueves la ejecución de un preso porque los verdugos no pudieron encontrar las venas para administrarle la inyección letal. Los verdugos estuvieron buscando la vena del reo durante 25 minutos y, finalmente, decidieron cancelar la ejecución y posponerla hasta el año 2019.

Los verdugos del Centro Correccional del Sur de Ohio no consiguieron localizar las venas del reo para insertar las líneas intravenosas para administrarle la inyección letal. Tras 25 minutos de intentos en sus brazos y en una de sus piernas, decidieron suspender la ejecución.

El condenado de 69 años, Alva Campbell, tiene un delicado estado de salud. Una enfermedad pulmonar obstructiva crónica que llevó a sus abogados a advertir al estado de Ohio de que la ejecución podría generar problemas. Según el abogado, Campbell también necesita un andador para caminar y depende de una bolsa de colostomía porque padece un cáncer de próstata, según recoge NBC4.

Alva Campbell

Según el director del Departamento Correccional del centro, Gary Mohr, el estado de las venas de Campbell podría haber cambiado desde que fueron examinadas este martes. Los reos suelen dejar de tomar líquidos durante las horas previas a la ejecución para deshidratarse y dificultar la tarea de los verdugos, que suelen tener problemas para localizar las venas.

El gobernador de Ohio, John Kasich, ha decidido reprogramar la ejecución de Campbell para el 5 de junio de 2019.

Campbell ya era un viejo conocido de la Justicia cuando fue detenido en 1997 por un robo a mano armada. Había cumplido 20 años de cárcel por asesinar a un hombre en un bar 25 años antes y desde 1992 estaba en libertad condicional.

Cuando le detuvieron, Campbell fingió una parálisis corporal para ser trasladado a los juzgados en una silla de ruedas. Cuando entro en la sala, atacó a la agente del sheriff que le custodiaba y le robó el arma. El detenido trató de escapar porque era consciente de que una nueva condena, aunque fuera por robo, significaba tener que enfrentarse a la cadena perpetua.

En el aparcamiento de los juzgados, Campbell obligó a un joven de 18 años, que estaba allí para pagar una multa de tráfico, a conducir más de dos horas para escapar de la justicia. Poco antes de volver a ser detenido, Campbell decidió matar a su conductor, Charles Dials, de un disparo en la cara. Fue condenado a la pena de muerte un año después.

Esta es la tercera vez en la historia reciente de Estados Unidos que se detiene una ejecución una vez empezado el procedimiento.

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