El gobernador de Michigan, en el medioeste de Estados Unidos, declaró este viernes la emergencia financiera en Detroit por su abultada deuda y prevé designar en los próximos días un administrador para gestionar la economía de esa urbe.
De esa manera, el republicano Rick Snyder le quita el poder al alcalde de la ciudad y la convierte en la sexta del territorio en quedar bajo poder federal.
También aspira a nombrar a un funcionario con facultad para cancelar contratos, recortar gastos o vender activos, cuando expire el plazo de 10 días estipulado para que Detroit apele la decisión.
Snyder dio ese paso a recomendación de una comisión estadual porque no se vislumbra una salida inmediata al déficit presupuestal de 327 millones de dólares, los más de 14 mil millones de deuda a largo plazo y los recurrentes problemas de liquidez de la ciudad.
Según ese comité, desde 2005 las autoridades locales han enmascarado sistemáticamente sus débitos fiscales con préstamos.
Detroit fue conocida en la década de 1940 como la capital del motor en Estados Unidos.
Pero la industria automovilística se desplomó y sufrió continuas crisis en los últimos años, lo cual también conllevó al éxodo masivo de la población de esa urbe.