Deyna Castellanos: “Representar a Venezuela es un orgullo que no me cabe en el pecho”

Recomienda a las nuevas generaciones estudiar y tener esta alternativa al deporte

________________________________________________________________________

“Ayer salí a correr por donde vivo y a la segunda vuelta me dije: no puedo más. Me faltaban tres kilómetros y me sentía agotada, pero la mente controla al cuerpo y me digo: si puedes lograrlo, sigue corriendo hasta que literalmente te caigas. Al final a mí lo que me inspira es a donde quiero llegar: ser la mejor y para ser la mejor tengo que entrenar como la mejor”, señaló Deyna Castellanos a una jovencita que práctica en las menores del Caracas Fútbol Club.

Nadie le puede quitar, por ahora, su título de reina del fútbol femenino venezolano. Desde los quince cuando con sus espectaculares goles y una sonrisa cautivadora se metió en el bolsillo a sus compatriotas y a la gran fanaticada mundial de este deporte, ha vivido hasta hoy, a sus apenas veinte años, a la velocidad de un fórmula uno.

Eso sí, siempre la selección nacional será su prioridad: “Es lo más lindo que me puede pasar, porque represento a mi país. Es un orgullo que no me cabe en el pecho y trato de dar lo mejor de mí porque vale la pena y trato de estar ahí para representar a este país tan hermoso”.

“Con respecto a la selección no femenina no estamos estancadas. Creo que poco a poco vamos creciendo. Prueba de ello es que la selección mayor trajo un cuerpo técnico y una entrenadora internacional que nos puede dar mucho nivel y avanzar en todas las categorías”, acotó sin titubear.

Con respecto a su exentrenador Kenneth Zseremeta señaló: “Llevo una relación bastante política. No hablamos casi, no lo extraño en la selección, pero estoy muy agradecida con él por todo el éxito que nos dio y nos acompañó a toda nuestra generación”.

Deyna fue nombrada imagen de Maltín Polar. Indudablemente es una chama práctica y con objetivos siempre claros: “Una de las metas que me propuse fue graduarme de comunicadora social. Estoy contenta de lograrlo pero no fue fácil porque en tres años y medio hice una carrera que es de cuatro. Además estar en una nueva cultura, aprender un nuevo idioma y, sobre todo, estar sola”.

El estar sola implicó tener que centrarse y no caer en vicios y malas compañías: “El tener mi norte enfocado, estar bien centrada, el saber que es bueno y que es malo, el tener un buen equipo que me ha ayudado a controlar este tipo de cosas es importante. El estar en Estados Unidos y ver una diversidad cultural, donde en mi equipo había gente de China, Europa y el mismo Estados Unidos, las tentaciones siempre existirán, pero depende de ti si las tomas o no. Gracias a Dios, siempre tomé las mejores decisiones y me pude enfocar en lo que quería y quiero en este momento: ser la mejor del mundo”.

GRAN EQUIPO

Reconoció que tuvo un entrenador en la universidad que fue flexible para que pudiera cumplir bien con todos los compromisos que adquirió. Además siempre nombra a su familia y en especial a su madre que siempre la apoyan, además de un equipo de marketing que “lograron que en estos últimos años muy locos fueran organizados”.

Y no es para menos. Ser embajadora de la Fifa, de la Conmmebol, además de viajar a Francia y Rusia como representante del balompié y sus compromisos con la selección nacional y la universidad, “es muy complicado, pero con un buen plan de trabajo y mucha disciplina sí se puede lograr. Me gusta ser una chica que rompe barreras”.

Considera que el fútbol universitario “me dio mucha paciencia, porque muchas veces quise renunciar, no seguir estudiando y dar el salto (al profesional), pero esa meta personal de querer tener una carrera universitaria me impulsó y estoy contenta de hacerlo”.

De ahí que recomienda estudiar a la par de tener una carrera deportiva profesional: “No es fácil hacer dos cosas a la misma vez y a un nivel alto. Mi familia me dijo que si iba a ser buena en el fútbol tenía que ser buena académicamente. Para mí tener un título universitario es el mejor gol que he realizado en mi carrera. El deporte es efímero, en algún momento se va, ya en diez años, en dos, quién sabe. Eso no lo podemos controlar nosotros, pero la educación, ese título que tengo, ser licenciada no me lo quita nadie”.

También recomendó a las nuevas generaciones ser organizadas en los estudios, “tal como lo son en la cancha. Cuando tengo un objetivo no lo abandono y no descanso hasta que lo termine. Deben tener un calendario, una agenda que las ayudará a ser organizadas”.

IMAGEN

En la rueda de prensa, otra de las chamitas presentes le preguntó sobre cómo se enfoca en los módulos de entrenamiento: “Tienes que centrarte y entender que tus entrenadores siempre van a saber más que tú; el intentar absorber lo que más puedas cada vez que estás con la selección. Los entrenamientos son muy importantes para tener una buena química, una buena relación con tus compañeras es lo mejor. Recuerden que no es un deporte individual, estamos jugando en equipo y es más complicado porque no depende de ti solo el resultado. Estar con buenas compañeras, con tu familia, porque al final en eso se convierte. Yo juego porque mi equipo sea el mejor, que es el objetivo final”.

A otra de las promesas le recomendó: “Tener rutinas a la hora de entrar a la cancha. No ser supersticiosa, no a la cábalas, sino hacer ejercicio, tener rutinas de respiración, el escuchar música me calman mucho antes de entrar a la cancha. Sin embargo, el estar nerviosa siempre es bueno porque te mantiene alerta. Lo importante es saber cómo controlas tu cuerpo y tus emociones. A la hora de que tú sepas controlar todo esto, vas a ser la mejor”.

En general, a las niñas que la idolatran y la tienen como ejemplo en este deporte les recomienda “tener disciplina, amor y constancia… Futbolísticamente y personalmente siempre, siempre hay algo que aprender, que mejorar y crecer”.

T/ Eduardo Chapellín
F/ Archivo CO
Caracas