Todos los 4 de mayo se exalta el Día Internacional del Combatiente de Incendios forestales, a raíz de un accidente, ocurrido en diciembre de 1998, cuando cinco bomberos, pertenecientes a una brigada forestal, perdieron la vida en un incendio en Linton, Canadá.
Ese hecho, reforzado por otros incidentes trágicos, fue el punto de partida para el inicio de un movimiento en reconocimiento a los combatientes forestales en el ámbito internacional, en el cual se escogió el día de San Florián, considerado el Santo Patrono de los Combatientes de Incendios, como fecha de conmemoración.
Los bomberos forestales del Instituto Nacional de Parques (Inparques) y los grupos voluntarios, que actúan en conjunto en el combate de los incendios en las áreas protegidas, expresan el apoyo de la comunidad internacional y de la sociedad en general a quienes combaten los fuegos de bosques y campos en todo el mundo.
En Venezuela los bomberos de Inparques son ejemplo de ese compromiso, y a ellos se debe la progresiva reducción de las áreas afectadas por el fuego en el país, no sólo por el mejoramiento de los tiempos de respuesta ante las alarmas, sino por su trabajo en la prevención de estos eventos, mediante charlas de sensibilización y talleres de manejo del fuego dirigidos a las comunidades.
Este día, que se conmemoró por primera vez en 1999, rinde homenaje a esta legión de luchadores, que defienden los bosques del mundo de los efectos devastadores provocados por el uso inadecuado del fuego, toda vez que la mayor parte de estos eventos es consecuencia de la acción humana.
