Mar de leva, por Farruco Sesto|Día de lealtades (Opinión)

Hoy, jueves, 8 de diciembre, es el Día de la Lealtad y el Amor al comandante Hugo Chávez y a la Patria. Pienso que está muy bien que esos dos valores o sentimientos, la lealtad y el amor, estén juntos en esta celebración.

Como también que estén unidas la figura de Chávez y la noción filial de Patria. Pues en ambos casos la relación es evidente. Quien dice amor, está diciendo lealtad. Y quien dice Chávez está diciendo Patria.

Y el caso que yo quiero traer hoy a colación, es que tanto la lealtad como el amor, exigen siempre un punto de incondicionalidad. Es así.

El amor verdadero trasciende los condicionantes de la realidad. No quiere decir que esté ciego. No quiere decir que deba estar vestido todo el tiempo de ingenuidad. No se trata de eso. Pero si algo tiene el amor profundo, el amor vital, aquel que nos interesa de verdad, es que mas allá de cualquier circunstancia que se atraviese, vientos y tempestades, pervive y se mantiene en el alma como una llama inextinguible.

Y así es el amor por Chávez y por la Patria.

Igual es la lealtad. La lealtad no puede estar sujeta tampoco a verificaciones diarias como si de la contabilidad de un negocio se tratara. La lealtad se siente o no se siente. Y cuando se siente se cultiva en la confianza. O mejor dicho, en la seguridad.

Yo quiero repetir hoy aquí algo que ya he dicho en alguna otras oportunidades. Pienso que la lealtad a Chávez se expresa hoy en la lealtad al presidente Nicolás Maduro.

No es posible otra opción. Pues la revolución es una gran impulso de multitudes cuyos corazones deben procurar latir al unísono. Y esos latidos deben tener un único director de orquesta. ¿Qué fue lo que nos dijo Chávez hace apenas cuatro años?: “Si en algo debo insistir en este nuevo escenario, en esta nueva batalla, en este nuevo trance —diría un llanero por allá— bueno, es en fortalecer la unidad nacional, la unidad de todas las fuerzas populares, la unidad de todas las fuerzas revolucionarias, la unidad de toda la Fuerza Armada, mis queridos soldados, camaradas, compañeros; la unidad del Ejército, mi Ejército, mi amado Ejército. El Ejército, la Marina, mi amada Marina. Digo porque los adversarios, los enemigos del país no descansan ni descansarán en la intriga, en trata de dividir, y sobre todo aprovechando circunstancias como estas, pues. Entonces, ¿cuál es nuestra respuesta? Unidad, unidad y más unidad.”

Y más adelante, después de plantear que algo podría ocurrir que lo inhabilitara, dice: “…mi opinión firme, plena como la luna llena, irrevocable, absoluta, total, es que —en ese escenario que obligaría a convocar como manda la Constitución de nuevo a elecciones presidenciales— ustedes elijan a Nicolás Maduro como presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Yo se los pido desde mi corazón.”

Lealtad a Chávez, pues. Lealtad a Maduro. Lealtad a la Revolución. Lealtad al Pueblo. Lealtad a la Patria. Amor y lealtad, que todo viene a ser lo mismo.

farrucosesto@gmail.com
Caracas