Nace con motivo a la búsqueda de proteger a los pequeños|El Día del Niño reivindica sus derechos universales

La festividad del Día del Niño nace con motivo a la búsqueda de proteger a los pequeños después de la Primera Guerra Mundial. En 1925, durante la Conferencia Mundial sobre el Bienestar de los Niños que se realizó en Ginebra, se declaró por primera vez el Día del Niño un primero de julio, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), pero un 14 de diciembre de 1954, la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la resolución 836 sugirió que todos los países añadieran un Día Universal del Niño en una fecha que ellos creyeran conveniente.

Desde 1990, en Venezuela, se celebra cada tercer domingo del mes cuando el Estado ratificó la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, con la finalidad de reconocerle sus derechos.

A pesar de que la fecha del Día del Niño cambie en diferentes países, en todos tiene el mismo motivo y significado. Aunque, se ha insinuado que éste día es señalado como un día comercial por parte de algunas ideologías sociales y políticas.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, mejor conocida por sus siglas en inglés como UNICEF estableció la Declaración de los Derechos del Niño que indica que: todo niño tiene derecho a nacer de padres sanos, a conocer a sus padres; a ser alimentado, vestido y cuidado por estos; a ser atendido por el Estado en caso de orfandad, miseria y abandono, a vivir su vida completa de niño, a ser educado por maestros capacitados, de sólida preparación general y profesional, de espíritu recto y bondadoso, que tomen el ejercicio de su profesión como la más alta de sus funciones sociales y no como un simple medio para ganarse la vida; todo niño tiene derecho a edificios escolares cómodos e higiénicos, a parques de recreos, a campos de juego y deportes y espectáculos educativos gratuitos; a ser protegido contra cualquier clase de explotación.

Ningún niño en Venezuela puede ni debe trabajar antes de los 14 años; a continuar sus estudios hasta donde se lo permitan sus aptitudes, debiendo en consecuencia, ser ayudado por el Estado cuando carezca de los medios económicos para ello; a no ser juzgado por los tribunales ordinarios, sino por Jueces Especiales de Menores. Ningún niño delincuente deberá ser perseguido ni encarcelado, sino recluido en establecimientos de reeducación que deben tener en lo posible una organización hogareña; a ser respetado en su personalidad espiritual, física y moral.

TyF/YvkeMundial