Dinamarca asume hoy la presidencia semestral de la Unión Europea (UE) en un momento complicado por la crisis de la deuda en la eurozona que amenaza la existencia de la moneda común y la unidad del bloque.
Esta será la séptima vez que Dinamarca lidere la UE desde que se unió a ese mecanismo, en 1973.
Un comunicado de la presidencia danesa señala que el país se esforzará por sacar a Europa de la crisis y prevenir nuevas turbulencias.
La pequeña nación escandinava, sin embargo, tendrá una capacidad de acción limitada ya que no es miembro de la eurozona y, por lo tanto, estará marginada de las cumbres del grupo de 17 países.
«Vemos el rol de Dinamarca como un puente sobre aguas turbulentas. Nos gustaría ser el lazo de unión entre los 17 miembros de la zona euro y los otros 10 países», dijo a la cadena televisiva Euronews el ministro danés de Asuntos Europeos, Nicolai Wammen.
Otro objetivo de Copenhague al frente de la UE será generar crecimiento y empleo, algo difícil en tiempos en que aumentan las políticas de austeridad y ajustes presupuestarios.
Dinamarca recibe la presidencia de la UE de manos de Polonia en un período durante el cual se deberán implementar las medidas acordadas en la pasada cumbre del 9 de diciembre para resolver la crisis financiera.
Allí se acordó firmar en marzo un plan intergubernamental que prevé sanciones automáticas para los países incapaces de mantener su déficit por debajo del tres por ciento del Producto Interno Bruto o su deuda en menos del 60 por ciento de este indicador.