Diputado Correa considera que la Guayana Esequiba debería llamarse estado Roraima del Esequibo

La Asamblea Nacional (AN) reafirmó los legítimos y soberanos derechos de Venezuela sobre el territorio de la Guayana Esequiba y el apego irrestricto al Acuerdo de Ginebra de 1966 como único instrumento jurídico válido para dirimir la controversia territorial y alcanzar amistosamente el arreglo práctico y satisfactorio.

La Cámara Plena aprobó por unanimidad un acuerdo en conmemoración de los 56 años de la firma del Acuerdo de Ginebra. A través del documento la AN expresa el firme respaldo a las acciones que desarrolla el Ejecutivo Nacional para la defensa de los derechos soberanos de la República sobre la Guayana Esequiba.

En este sentido, el diputado José Gregorio Correa destacó que “lo más permanente de un país, es el espíritu del territorio, en el caso de Venezuela, el Esequibo es nuestro espíritu”.

Durante su intervención, el parlamentario recordó que el Acuerdo de Ginebra es el tratado internacional de carácter vinculante, por medio del cual la República Bolivariana de Venezuela y la República Cooperativa de Guyana, debemos y deberíamos resolver de forma satisfactoria, práctica y amistosa la controversia que nos despojó en el año 1899, mediante un laudo arbitral, infame, vulgar, obsesivo, amañado y sin fundamento jurídico de nuestro territorio, esto propiciado, encabezado y ejecutado por Estados Unidos y el Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, el cual hoy 17 de febrero de 2022 transita su tercer siglo.

“Esta Guyana Esequiba, que por cierto no me gusta llamarla así, para mí es el Esequibo venezolano, o como debería ser tarde o temprano, más temprano que tarde: estado Roraima del Esequibo. Ese que es nuestro territorio es parte del escudo guayanés (no guyanés), que va desde el río Esequibo hasta el límite del monte Roraima, hablamos de 160.000 Km cuadrados”, expresó.

LAUDO ARBITRAL

Hizo énfasis queen cuando se fundó la Capitanía General de Venezuela, en 1777, por voluntad del Imperio Español a cargo de Carlos III, rey de España, de Nápoles y Sicilia, además de duque de Parma, hijo de Felipe V y de Isabel de Farnesio, bueno ese es el mismo monarca que fue quién determinó nuestro territorio para la época, y hoy 245 años después lo vamos a defender en todo momento con todo el ímpetu y disposición de quienes somos hijos de Taguanes y Carabobo. Ese fatídico y bochornoso 3 de octubre de 1899, se dictó un laudo arbitral donde nos intentaron despojar y arrebatar mediante una sentencia de límites, parte de nuestro cuerpo territorial.

Pero llegó el 17 de febrero de 1966, y se constituye un instrumento jurídico que vendría a reivindicar y a regular por parte de Inglaterra, nuestra reclamación justa y venezolana, de soberanía en ese territorio, que luego fue reiterada el 26 de mayo del mismo año 1966.

Explicó que de acuerdo con este instrumento se expresa claramente “nuestros derechos sobre toda, toda, toda la zona, que se encuentra a la margen izquierda del río Esequibo, lo cual debe ser tomado en cuenta y como referencia geográfica desde su nacimiento hasta la desembocadura en el océano Atlántico”, dijo. Al tiempo que aseguró que la pretensión jurídica, política y social de este acuerdo, entre otras cosas las partes convienen en revisar, discutir y buscar soluciones inmediatas.

ACUERDO DE GINEBRA

A juicio del diputado Correa, el Acuerdo de Ginebra de 1966, viene a cuestionar, rebatir, rechazar que se acepte y adopte el repudio en la conformidad venezolana a la demarcación de 1899.

En este sentido, se cuestionó el origen de la bondad del Parlamento guyanés de aceptar y aprobar el Acuerdo de Ginebra (cuando la limosna es muy grande hasta el Santo desconfía). ¿Y cómo fue que aceptaron tan mansos?

Muy fácil, la condición que ponía Inglaterra para darle la independencia a la Guyana Británica era que se revisara la atrocidad de 1899, de hecho esa independencia iba a ser en 1962 y se retardó cuatro años por la resistencia guyanesa, hasta que aceptaron firmar el Acuerdo de Ginebra.

“Aquí es donde viene la caridad y la limosna que sorprende el mismo día 29 de abril de 1966, fecha en la que el Parlamento de la Guyana Británica aprobaba el Acuerdo de Ginebra ese mismo día y casi a la misma hora la Cámara de los Comunes en Londres aprobaba el proyecto de Constitución que otorgaba la independencia a la cito: “Colonia de la Guyana Británica”, lo que ratificó y obligó el compromiso adquirido por los gobiernos del Reino Unido y de la Colonia de la Guyana Británica, en que el nuevo Estado independiente de Guyana estaba obligado a dar cumplimiento a lo establecido en el Acuerdo de Ginebra, que no es otra cosa que el reconocimiento inglés que se había equivocado y abusado de Venezuela”, manifestó.

En este sentido, resaltó lo previsto en el párrafo 2 del artículo V del Acuerdo de Ginebra, que establece la salvaguarda de los derechos de soberanía, que señala que ningún acto o actividad que se lleve a cabo mientras se encuentre en vigencia este acuerdo constituirá fundamento para hacer valer apoyar o negar una reclamación de soberanía territorial a las áreas de Venezuela o la Guyana Británica, ni para crear derechos de soberanía allí por parte de Guyana. “Este Parlamento como un sólo cuerpo, reclama y exige la nulidad por irrita del Tratado de 1899. Los venezolanos no conocemos fórmulas sencillas para resolver grandes problemas, sólo conocemos que la unidad de una sola voz, nos permitirá ocupar nuestro Esequibo”.

SOMETER A VENEZUELA

Al respecto, el diputado Hermann Escarrá cuestionó que se le diera jurisdicción en esta controversia a la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Explicó que eso resume, con total y absoluta claridad, la barbaridad y la inmoralidad jurídica con la que se pretende someter a Venezuela.

Destacó que la CIJ citó para el 8 de marzo de este año a la República Cooperativa de Guyana para que argumente con pruebas y diga por qué cree que ese territorio es de ellos. Mientras que a Venezuela la pretenden obligar en esa misma decisión para que presente una contramemoria el 8 de marzo de 2023.

“Esa manera de obligarnos, esa conducta irracional en el orden jurídico, esa idea que a través de un acto de gobierno el secretario general crea que pueda otorgar competencia y jurisdicción, violando el principio del derecho internacional de la voluntad de las partes en cualquier tratado, nos coloca a todos en situación de combate y alerta”, sentenció Escarrá.

Aseguró que no hay lugar a dudas de que el Esequibo es de Venezuela, invocó la disposición derogatoria de la luminosa Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que establece que queda derogada la Constitución de 1961, y el resto del ordenamiento legal mantendrá su vigencia en todo lo que no contradiga a la actual Constitución.

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