Este martes|Diputados rinden tributo a Tomás Borge en Nicaragua

Tomás Borge nos legó una historia de lucha permanente por la libertad del pueblo nicaragüense, destacó este martes el titular de la Asamblea Nacional, René Núñez, durante un homenaje al legendario guerrillero y escritor fallecido en 2012.

Borge «nos dejó su enseñanza, que ninguna lucha es fácil, pero que todas tienen un propósito, todas consiguen su objetivo final», afirmó en la ceremonia celebrada ante el mausoleo dedicado a uno de los líderes de la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza.

Transcurrido un año de su desaparición física «la Junta Directiva de la Asamblea Nacional y la Bancada del Frente Sandinista reconocen los méritos históricos de este fundador del Frente Sandinista de Liberación Nacional».

Núñez instó a los jóvenes nicaragüenses a seguir el ejemplo de lucha, sacrificio y entrega del héroe nacido el 13 de agosto de 1930 en la ciudad norteña de Matagalpa, reconocido por su obra literaria y en particular por su libro de testimonio La Paciente Impaciencia, Premio Casa de las Américas 1989.

«Tomás está presente, más que nunca está su espíritu, su combatividad, su legado, su tesón y su lealtad al pueblo nicaragüense», expresó el jefe de la bancada sandinista, diputado Edwin Castro.

También la secretaria general del sindicato Germán Pomares en la Asamblea Nacional, Josefa Martínez, consideró que el otrora diputado contribuyó con su lucha a la construcción de un mejor país.

«Nosotros lo recordamos con mucho cariño, tuvimos la suerte de conocerlo personalmente porque él fue legislador por muchos años y excelente ser humano», señaló, citada por el portal digital www.asamblea.gob.ni.

Miembros de la Junta Directiva del Parlamento unicameral, de esa fracción mayoritaria y trabajadores del Poder Legislativo del Estado estuvieron presentes en el acto, durante el cual depositaron una ofrenda floral en el busto dedicado al héroe, que falleció el 30 de abril pasado por una infección pulmonar.

Borges murió a los 81 años de edad rodeado del respeto que ganó por su papel protagónico en la creación y dirección del Frente, del Ministerio del Interior, como diputado de la Asamblea Nacional y del Parlamento Centroamericano y como embajador de Nicaragua en el Perú, entre otras tareas.

Quizás lo menos divulgado de su trayectoria es su quehacer literario, que redundó en la publicación de varios libros, como La ceremonia esperada (1990), Un grano de maíz -entrevista concedida por el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, en abril de 1992-, y El perro y la rana.

Una de sus batallas fundamentales, tras el triunfo revolucionario en 1979, estuvo dirigida a «convertir a Nicaragua en una enorme biblioteca, en la gran biblioteca de Carlos Fonseca, donde vamos a leer todos», como definió.

Fuente/PL