Instituciones e incluso leyes ven con inferioridad lenguas indígenas|La discriminación coloca en riesgo de desaparecer a 107 lenguas mexicanas

La discriminación ha contribuido a que de los 364 idiomas que se hablan en México, 107 estén en peligro de desaparecer. Los casos más graves son el kiliwa, en Baja California, y el ayapaneco, en Veracruz, pues sólo hay cuatro y ocho hablantes, respectivamente. La exclusión no sólo es social, sino institucional, pues las dependencias y las propias leyes privilegian el español.

Aunque tienen la misma validez jurídica que el castellano –están autorizadas para cualquier trámite–, en la gran mayoría de las instituciones no se emplean, reconoció en entrevista el director del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), Javier López Sánchez.

Así, «agentes del Ministerio Público niegan el servicio a quien no hable español e incluso los regañan por no llevar intérpretes», relató Diego Saydel García, colaborador de Radio Huayacocotla, La Voz de los Campesinos. Su trabajo en la emisora comunitaria con más tiempo al aire en México le ha permitido observar luchas colectivas e individuales donde el idioma es otro pretexto para no respetar los derechos humanos indígenas.

CASTIGOS POR EXPRESARSE

La programación que transmite la estación veracruzana es en español, otomí, tepehua y náhuatl. García nació en Oaxaca y es mixe. «A la generación de mis padres los castigaban en la escuela dándoles varazos si hablaban su idioma». En la suya ya no se sancionaba.

«Aprender tu lengua materna antes que el español te marca para siempre. Conoces la vida desde esa perspectiva, pero ahora verán la vida desde el castellano», señala.

Los azotes ya no son necesarios si hay leyes que las restringen en los medios de comunicación, ironizó el escritor, actor y comunicador Mardonio Carballo, nahua que ganó una batalla jurídica contra el artículo 230 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, el cual señala que las transmisiones deben hacerse «en lengua nacional», o sea, español. La Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que la norma era inconstitucional por discriminatoria.

Los legisladores que hicieron el ordenamiento «ignoran que el país en el que viven es pluricultural», reprobó Carballo. «Eso demuestra que en la conciencia colectiva no está zanjada esa idea histórica de superioridad».

En 2010 más de 11 millones se reconocían como indígenas. Esa cifra subió a 25 millones en 2015, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, pero sólo poco más de 7 millones hablan alguna lengua materna. «Hay una pérdida drástica de hablantes debido al temor y la vergüenza de ser discriminados», indicó López Sánchez.

Los idiomas indígenas son vistos con inferioridad por funcionarios, leyes, mestizos y hasta por las propias etnias, consideró Diego Saydel García. «La discriminación no es humana; al contrario, nos deshumaniza. Sólo fortaleciendo lo que somos podemos abrirnos al mundo».

F/La Jornada
F/Notimex