Delegaciones de más de 20 países de Asia y el Pacífico discuten hoy aquí la formulación de políticas prácticas para el manejo de desperdicios sólidos, un creciente desafío en la región por sus consecuencias ambientales y para la salud humana.
Al inaugurar la sesión, el vice primer ministro, Nguyen Thien Nhan, dijo que para Vietnam, que afronta con alarma ese problema, constituye una oportunidad de intercambiar experiencias.
Prasad Modak, presidente del Centro Ambiental de la ONU, en Mumbai, India, señaló que el continente asiático genera alrededor de 700 millones de toneladas de basura cada año, con una emergente tendencia a la de origen electrónico y una variedad de materias insalubres.
Recalcó que sobre todo se manifiesta en los municipios, donde se incrementan debido a la densidad demográfica, la urbanización y el crecimiento económico y en el mejor de los casos la recogida de desperdicios se contempla más como una oportunidad de negocio que como una obligación.
Otros participantes abogaron por reducirlos mediante la reutilización y el reciclaje, apuntando el ideal de una economía global circular y una menor producción de basura.
El doctor Heinz Schandl, de la Agencia de la Comunidad Británica para la Investigación Científica e Industrial, expresó que Asia tiene que tomar en cuenta el auge de una clase media consumidora en extremo.
A su juicio sus estilos de vida y patrones de consumo están convergiendo con los de países desarrollados, lo que requiere un cambio de actitudes para reducir el peligro de los excesivos vertimientos sólidos.