El filme se estrenará el 5 de junio en las salas comerciales del país|Documental de los hermanos Rodríguez se sumerge en la obra cinematográfica de Leonardo Favio

Para el viernes 5 de junio está previsto el estreno en las salas comerciales del filme Favio. La estética de la ternura, el más reciente trabajo documental de los hermanos Andrés y Luis Rodríguez, en el que se sumergen dentro de la obra cinematográfica, casi completamente desconocida en nuestro país, del realizador argentino Leonardo Favio, mejor conocido como autor y cantante de recordadas canciones que formaron parte de la banda sonora de la vida de las generaciones latinoamericanas de las décadas de 1960 y 1970.

En conversación con el Correo del Orinoco, Andrés Rodríguez confesó que se sorprendieron de la faceta como cineasta de Leonardo Favio, cuando hace unos 17 años tuvieron la oportunidad de ver una muestra retrospectiva organizada por la Fundación Cinemateca Nacional.

“Nosotros tuvimos ese primer acercamiento con el cine de Favio en aquella retrospectiva. Solo lo conocíamos por l“Ding dog, estas cosas del amor” y otras, que son grandes temas, pero no lo conocíamos como cineasta. Y al final de cada película salimos con la certeza de que acabábamos de ver la obra de un autor verdaderamente importante, que está a la altura de un Bernardo Bertolucci, Pier Paolo Pasolini o Michelangelo Antonioni, por ejemplo”, apuntó el documentalista.

Esa forma y estilo “tan particular” de Leonardo Favio para contar historias con imágenes en movimiento, quedó siempre latente en la mente de los hermanos Rodríguez y unos 10 años más tarde, aproximadamente en 2003, decidieron llevar adelante un documental para dar a conocer a las nuevas generaciones venezolanas la obra cinematográfica del artista argentino.

Precisamente así como ellos se sorprendieron al ver la obra audiovisual del conocido cantautor, piensan que el documental va a ser “como un golpe, pero de luz” para el público amante del séptimo arte que no ha tenido la oportunidad de apreciar las películas de Leonardo Favio.

CINE COMPROMETIDO

Favio. La estética de la ternura se apoya obviamente en escenas de algunos filmes del realizador sureño y en entrevistas, para mostrar la dimensión de un cine vanguardista enriquecido con elementos estéticos de “gran valor” que, a juicio de los hermanos Rodríguez, caracteriza esta manera de hacer películas, estrechamente vinculada “a la batalla de los más desposeídos, a los invisibilizados, a los que no tienen voz”, personajes principales en la filmografía del argentino.

Más allá de ofrecer una panorámica llana sobre las películas, en este documental los morochos Rodríguez intentan llegar a las profundidades del artista en su rol de cineasta, en la intimidad de sus personajes, en los elementos de la estética de sus propuestas, en los detalles de la realización de cada película y lo que significaron para él.

Así buscan desarmar y armar de nuevo los resortes interiores que llevaron a Leonardo Favio a concebir y concretar sus piezas, con la intención de descubrir y desnudar para el público esa experiencia vital que recorrió Leonardo Favio en cada una de sus películas, por supuesto sin dejar de lado los aspectos técnicos de su filmografía.

Y en este recorrido hacia las profundidades de “uno de los más importantes cineastas latinoamericanos y del mundo” , los documentalistas venezolanos emplearon un submarino cargado con su estética propia que, según contó Andrés, toma un elemento muy significativo en las obra de Leonardo Favio, para así poder guiar al público en ese paseo hacia el cine del argentino, desde el cine documental.

Ese elemento clave que toman prestado de la propia obra del homenajeado es una interpretación o una versión de Polín, el protagonista de la primera película del argentino, Crónica de un niño solo (1965), en la que el autor tamiza con la ficción algunas vivencias de su niñez.

Ese personaje, que en el documental es una especie de alter ego de Leonardo Fabio, en la película original es un niño que va de un reformatorio a otro. “Narra una historia de un muchacho que va errante por los barrios de Villa Miseria y sufre la indiferencia, la violencia y la incomprensión de los adultos que no entienden que el niño lo que necesita es atención. Leonardo Favio no vivió en Villa Miseria, pero él y su hermano sí tuvieron que vivir en reformatorios. Y pienso que toda su cinematografía está sumamente permeada por su experiencia de la infancia”, contó Andrés Rodríguez.

A juicio del documentalista, Leonardo Favio mostró ya desde esa primera película su estilo “exquisito” en la puesta en escena y su estética “maravillosa”, todo esto conjugado con una capacidad para mostrar la realidad de una manera “casi documental”, en un resultado final sumamente arriesgado para su época.

“Ya yo quisiera ver en la Venezuela de hoy una película con ese grado de compromiso, que asuma ese riesgo de contar las cosas tal cual son, como suceden”, deseó Andrés Rodríguez.

LA ÚLTIMA ENTREVISTA DE UNA CHAVISTA

Cuando Luis y Andrés Rodríguez iniciaron esta aventura de hacer un documental sobre el cine de Leonardo Favio vieron como un sueño remoto la posibilidad de conversar directamente con el realizador, un hombre sumamente ocupado y conocido por su resistencia a ofrecer entrevistas.

Sin embargo, en un principio intentaron el contacto vía telefónica con los colaboradores del reconocido cantante, autor de la segunda película más taquillera en la historia del cine de su país: Nazareno Cruz y el lobo, de 1975, superada apenas este año por Relatos salvajes.

Por teléfono no les podían dar la seguridad de la entrevista, tenían que estar en Argentina para ver si era posible que Favio los atendiera. En cualquier caso, era imprescindible viajar a Buenos Aires, para conseguir los testimonios de actores, actrices y colaboradores del director en las diferentes áreas de la realización cinematográfica.

Así, en un primer viaje, lograron registrar con la cámara las revelaciones, entre otros, del reconocido actor Federico Luppi, un fotógrafo y un músico de alguna de sus películas, al hermano Jorge Zuhair Jury, quien además fue coguionista, actor y colaborador en las películas de Leonardo Favio.

Solo el último día de estancia en Buenos Aires, los documentalistas finalmente tuvieron acceso al autor, que los recibió en su casa donde conversó sobre su cinematografía, delante de la cámara de losRodríguez, durante aproximadamente dos horas.

Meses más tarde, específicamente el 5 de noviembre de 2012, el afamado cantante latinoamericano murió en una clínica de Buenos Aires, a causa de una neumonía. Favio. La estética de la ternura tienen entre sus atributos, la última entrevista audiovisual que concedió el artista.

A decir de Andrés Rodríguez, Leonardo Favio accedió a darles la entrevista porque se trataba de dos cineastas venezolanos y porque admiraba profundamente a Hugo Chávez.

“De hecho, cuando estábamos con él, nos contó que estaba esperando curarse de una dolencia en una pierna, para venir a Venezuela, porque él quería conocer y entrevistarse con Chávez”, acotó.

En una segundo viaje a Argentina, ya muerto el cantante, guionista y director de cine, los realizadores venezolanos entrevistaron al hijo, Nico Favio y a su viuda, Carola Leyton. Mientras hacían los testimonios, justo en el mismo lugar donde conversaron en la primera oportunidad con Leonardo Favio, interrumpieron la grabación para prestarle atención a la noticia de la muerte de Hugo Chávez.

“Recuerdo que hubo un shock, especialmente ahí donde estábamos, en la casa de alguien que tenía gran admiración por Chávez y lo quería conocer. Yo creo en lo que dice Carl Gustav Jung, que no hay casualidad sino sincronía y estoy convencido de que ahí hubo una pequeña sincronía”, reflexionó Andrés Rodríguez.

Y es que los personajes principales de las películas de Leonardo Favio, contó el morocho Rodríguez, son individuos de las clases más desposeídas, que sobreviven en un ambiente en el cual tienen que convertirse a veces en una suerte de pilluelos para poder sobrevivir, pero que a pesar de eso mantienen la inocencia y unos valores muy profundos.

“Un poco eso explica el hecho de que Leonardo Favio fuera un activista de las causas sociales por la igualdad y un acérrimo peronista”, consideró.

APORTE PARA LATINOAMÉRICA

Además de contener la última entrevista audiovisual de Leonardo Favio, la película de los hermanos Rodríguez aporta al acervo cultural latinoamericano el único documental serio, más allá de una breve reseña, sobre la obra cinematográfica de este realizador de una importancia internacional, que ha sido invisibilizado en nuestro país y en buena parte de la región por la gran industria estadounidense.

“Justamente en estos tiempos cuando estamos hablando de la identidad nuestroamericana, nos parece importante mostrar la obra cinematográfica de este autor que es un referente, no solo de latinoamericano sino mundial al que no conocemos porque estamos anegados, secuestrados, por el cine estadounidense”, insistió el documentalista.

Con respecto al aprendizaje que les dejó como realizadores este documental como cineastas, los hermanos encontraron en Leonardo Favio un ejemplo de coherencia que debe existir entre el artista y su narrativa audiovisual entendida como una obra de arte que, más allá de mostrar, busca generar un cambio en la espectadora y el espectador que a su vez puede tener un impacto en la realidad.

“La lección que nos deja este documental como realizadores, y el ver el cine de Favio es la necesidad de esa relación que debe haber entre el realizador y su entorno. Es necesario tener una relación estrecha con la realidad y ser responsable con el discurso que muestra esa realidad que estas tocando. Favio, a pesar de sus altos vuelos poéticos, mantiene un cable a tierra que conecta a las personas con esas emociones que trasmite vinculadas a la realidad”, apuntó Rodríguez.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Héctor Lozano – Cortesía Amazonia Film