Documental Kueka, cuando las piedras hablan muestra la vigencia de la resistencia contra la neocolonización

Desde el pasado viernes 27 de octubre está en las carteleras de los circuitos comerciales del país el filme Kueka, cuando las piedras hablan, primer largometraje documental dirigido por el experimentado actor Francisco Denis, en el que aborda las diversas aristas vinculadas con el “rapto” de la Abuela Kueka, una roca de jaspe de aproximadamente 300 toneladas de gran importancia en la cosmogonía del pueblo Pemón, que fue trasladada de manera fraudulenta, sin el consentimiento de la comunidad originaria, a un parque de Berlín.

En conversación con el Correo del Orinoco el productor del documental, junto a Sathya Rengifo e hijo del director, Miguel Denis, comentó que el documental intenta mostrar todas las miradas de los diversos factores involucrados en este hecho que se inició 1998 cuando el artista alemán Wolfgang von Schwarzenfeld logró completar los trámites burocráticos, que no consideraron la voluntad del pueblo Pemón, para llevarse la importante roca.

En este sentido Kueka, cuando las piedras hablan, recoge no solamente la voz de los principales afectados, sino además los testimonios de algunas autoridades venezolanas e incluso del propio artistas.

LOS ANTECEDENTES

De acuerdo al productor, en 1998, durante el gobierno de Rafael Caldera, el pueblo pemón estaba enfrascado en una lucha contra la instalación del tendido eléctrico entre Venezuela y Brasil, un proyecto comprendido dentro del “desarrollismo neoliberal” de los años 90 que atravesaba la geografía ocupada por el pueblo originario, sin reportarle ningún tipo de beneficio y emprendido sin su consentimiento.

En medio de este contexto y por la necesidad de darle prioridad a la lucha en defensa del territorio, Wolfgang von Schwarzenfeld aprovechó la oportunidad para llevarse esta roca fundamental en la cosmogonía sobre los orígenes del pueblo pemón, para hacerla parte de su proyecto Global stones (Piedras del globo), expuesto en espacios públicos del parque metropolitano Tiergarten, en Berlín, consistente en reunir una piedra de gran significación de cada continente, con la supuesta intención de conseguir las energías suficientes para lograr la paz mundial.

No obstante, un grupo del pueblo pemón asentado en Santa Cruz de Mapaurí, intentó incluso detener en plena carretera al camión que trasladaba el enorme jaspe. Lamentablemente las autoridades de entonces no escucharon las súplicas de la comunidad y la Abuela cueca fue llevada a Europa.

TODO LEGAL

Tal como lo refleja el documental, lamentablemente el artista alemán contó con un permiso firmado por el titular de entonces del Instituto Nacional de Parques e incluso con un documento que da cuenta de la venia de la Federación de Indígenas del estado Bolívar (FIEB), firmada por el entonces presidente de la entidad, José Luis González (diputado a la AN por el PSUV).

“Es lo que casi siempre pasa, que se dan esos acuerdos de espaldas al pueblo que está en la lucha por lo suyo y por arriba se mueven las cosas de otra manera. Es un problema de soberanía, de identidad cultural y de esa neocolonización que nunca se acaba y sigue invadiendo los territorios de los más vulnerables en este caso de los pemones”, reflexionó el investigador y productor Miguel Denis.

AMARGO PANORAMA

A decir del productor, el documental, que cuenta con una estética enriquecida por la majestuosidad de la Gran Sabana y el Parque Nacional Canaima, deja al final un sabor amargo que le imprime la decepción y el desgaste del pueblo pemón que en algún momento alimentó sus esperanzas del retorno de la Abuela Kueka, cuando hace un par de años fueron convocados a Caracas para intervenir en reuniones con el el IPC (Istituto de Patrimonio Cultural) y la Cancillería e incluso realizaron protestas ante la Embajada de Alemania en Caracas, entre otras manifestaciones.

En este sentido Miguel Denis contó la dificultades de conseguir los testimonios del pueblo pemón, especialmente de las abuelas que se sienten engañadas por todos los esfuerzos infructuosos para conseguir el retorno de la Piedra Kueka, que también aparece en el documental en el parque metropolitano Tiergarten de Berlín, intervenida o más bien profanada por Wolfgang von Schwarzenfeld, quien además se tomó el atrevimiento de pulir algunas partes del jaspe sagrado.

El documental “desde un punto de vista es triste y lamentable, pero interesante, por el desgaste de esa comunidad por esa lucha. Vinieron a Caracas, protestaron, se reunieron incontables veces con las autoridades, pero al final no pasa nada. El discurso se come la acción concreta y no se llega a ninguna solución. Fue duro tratar de hablar de nuevo este tema con las abuelas, sentían que habían sido engañadas y ya no querían contar ni siquiera la historia de la Abuela Kueka y el Abuelo Kueko, sentían que iba a ser un nuevo engaño. Parte del viaje hasta allá tuvo que ver con construir una confianza, una relación cercana para que nos permitieran volver a grabar un recuento de lo que ha pasado con la piedra Kueka”, confirmó el productor.

LA LUCHA SIGUE

No obstante, Kueka, cuando las piedras hablan, reaviva las esperanzas y de alguna manera estimula la reativación de la lucha por este peñasco sagrado para los pueblos originarios de Venezuela.

Kueka, cuando las piedras hablan, busca de alguna manera mantener las esperanzas y ese coraje de los pueblos originarios por mantener la lucha por sus derechos y su identidad. Al mismo tiempo, hace un llamado a las autoridades para que finalmente trasciendan el discurso y sumen esfuerzos para concretar el retorno de la Abuela Kueka.

“Con este gesto esperamos recordarles a esos luchadores por la Kueka que la lucha no ha sido en vano. Que sus voces, sus sentires y todo lo que ha pasado no solo queda inmortalizado en el documental, sino que además es un regalo para Venezuela y los pueblos del mundo”, manifestó la productora Sathya Rengifo en una nota de prensa de la distribuidora estatal Amazonia Films.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Cortesía Amazonia Films
Caracas

 

 

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