El próximo 25 de julio se cumplen 42 años del asesinato del líder de la Liga Socialista Jorge Rodríguez (padre) y para conmemorarlo está prevista la proyección
en varios lugares de Caracas aún por definir, el lanzamiento de Serenata para una leyenda, documental realizado gracias al trabajo en conjunto entre la Fundación Villa del Cine y la Asociación Civil Oro Rojo, producido por Belinda Vivas y dirigido por José Luis Pacheco.
En conversación con el Correo del Orinoco el director contó que la iniciativa surgió durante unas conversaciones con la Villa del Cine vinculadas con otro proyecto en las cuales surgió el tema del asesinato de Jorge Rodríguez y la influencia de su militancia en la llegada a la Presidencia de un gobierno revolucionario como el de Hugo Chávez.
“Surgió la oportunidad, nos pareció un desafío interesante y resultó una experiencia muy enriquecedora tanto en la investigación como en el contacto con la gente que lo conoció en vida (a Jorge Rodríguez) y con relación al proyecto político en el que estuvo involucrado. También fue interesante lo enredado del desenlace, las razones por las que se comete el asesinato, quiénes lo cometen y quiénes están involucrados”, apuntó Pacheco.
MÁS ALLÁ DEL GUIÓN
De acuerdo al director, la misma investigación le imprimió al documental, más allá del guión planteado en un primer momento, una “dimensión y un carácter propio”. Principalmente porque al comienzo la idea era abarcar un período específico que evidencia una lucha política por la liberación nacional y la independencia definitiva, que fueron opacadas y, a juicio de Pacheco, de alguna manera fueron parte de la gestación de la Revolución Bolivariana.
“Pareciera que después de la Guerra Federal no hubiera ocurrido nada más en este país, más allá de algunos que se alzaron y encontraron por una montaña, para dar paso en la prensa a calificativos como ‘cabeza caliente bandoleros, etc.”, lamentó el director.
POR PRIMERA VEZ
No obstante, en el camino “tuvimos la gran fortuna de conseguirnos con una serie de testimonios y declaraciones que por primera vez ocurren sobre el secuestro de William Niehous, hecho ocurrido meses antes del asesinato de Jorge Rodríguez que en este caso forma parte fundamental del hilo conductor de la historia.
Igualmente, sostuvo Pacheco, el documental ofrece claves para la comprensión del paso de la lucha guerrillera de la izquierda a la lucha política de masas, así como de la organización de los movimientos que venían acumulando fuerzas que se desplegaron a mediados de los 70 y que culminan con la victoria de Hugo Chávez en 1998.
Desde el punto de vista temporal, el documental confeccionado con la metodología de los módulos temáticos, contiene un gran bloque que abarca desde 1958 hasta 1976, específicamente desde la caída de la dictadura perezjimenista, hasta el asesinato de Jorge Rodríguez, pasando por hechos que marcaron la historia política contemporánea como el Pacto de Punto Fijo, la nacionalización del petróleo y la Guerra Fría.
De ahí se da un salto hasta la actualidad, específicamente a 2016, cuando se cumplieron 40 años del asesinato de Jorge Rodríguez.
“La parte final es la metáfora de que en la actualidad persiste una lucha que viene desde hace mucho tiempo y que se materializa en 1998 cuando Hugo Chávez gana la Presidencia, pero además continuarán nuestros hijos”, consideró Pacheco.
TESTIMONIOS
En cuanto a los recursos narrativos el audiovisual se apoya principalmente en las entrevistas de personas que estuvieron muy cerca de Jorge Rodríguez, entre quienes se cuentan Julio Escalona, David Nieves, Agustín Calzadilla, Jesús Martínez, Carlos Lanz y Fortunato Herrera. Igualmente intervienen Carlos Lazo y José Luis Pacheco Simancas, quienes se encargan de aportar datos que contextualizan la historia.
Apoyan a la narración recortes de prensa y clips de archivo, algunos con fragmentos de entrevistas, no solo a Jorge Rodríguez sino a personajes involucrados en la historia, como el para entonces ministro de Interior y Justicia, Octavio Lepage.
Los hijos de la figura principal del documental, Jorge Rodríguez hijo y Delsy Rodríguez, devenidos hoy en figuras relevantes de la alta política nacional, aparecen de manera referencial, el primero.
La música juega un papel importante dentro del material, buena parte de ella interpretada por la Orquesta Sinfónica Municipal de Caracas (OSMC) bajo la dirección del maestro Rodolfo Saglimbeni.
Forman parte de la banda sonora fragmentos de piezas como el Adagietto de Gustav Mahler; de la ópera Turandot de Giacomo Puccini; Pájaro de Fuego de Igor Stravinsky; de Il Trovatore de Giuseppe Verdi, obras académicas que se combinan con Yo no sé filosofar del cantor del pueblo, Alí Primera, y el tema que cierra el filme Guillermina, pieza original de Aquiles Nazoa con música de Simón Díaz, interpretada en esta oportunidad, “de manera magistral”, por Antonieta Peña.
EL LEGADO
En la narración se destaca principalmente la militancia, el compromiso y la lucha de Jorge Rodríguez, a quienes sus compañeros describen como una persona disciplinada, emprendedora, constante, íntegra, consciente del momento histórico que le tocó vivir y muy alegre. En tal sentido, los testimonios coinci- den en que uno de los principales aportes del líder de la Liga Socialista fue su influencia en quienes continuaron y siguen apoyando la lucha socialista.
Durante una proyección especial realizada ayer, el presidente de la Fundación Cinemateca Nacional, William Santana, adelantó que el documental se distribuirá entre los cine-clubes del país y en las salas de la Cinemateca Nacional distribuidas en todo el país.