Dos nuevos naufragios dejaron al menos 33 refugiados muertos frente a las costas turcas mientras la canciller de Alemania, Ángela Merkel, visita ese país para reforzar las medidas europeas que impiden el ingreso a quienes huyen de la guerra.
El primer incidente se produjo cuando una embarcación en la que viajaban unas 40 personas zozobró en el Mar Egeo cerca del área de Edremit, en las costas de la provincia noroccidental de Balikesir, informó la guardia costera en un comunicado.
En este hecho se ahogaron 22 refugiados, uno fue rescatado por un pescador y otros tres por las autoridades.
La guardia costera desplegó barcos y helicópteros para buscar a otros 13 pasajeros.
Más al sur, cerca de Dikili, se encontraron los cuerpos de otros 11 refugiados quienes fallecieron al hundirse la embarcación en la que viajaban. Hubo al menos tres rescatados.
Los fuertes vientos, el oleaje y las bajas temperaturas en el Mar Egeo hacen más peligrosa la travesía para los refugiados. El mal clima incluso provocó ayer daños a embarcaciones de recreo en los puertos de ocio.
Desde Atenas el corresponsal de Telesur, Hibai Arbide, dijo que otro hecho relevante que se da en torno a la llegada de la autoridad alemana es que la cifra de más de 30 mil personas que de acuerdo a Médicos Sin Fronteras se encuentran bloqueadas en la frontera de Siria con Turquía podría ascender en las próximas horas, según las autoridades locales, a 70 mil.
Agregó que la llegada a Lesbos y a las islas griegas está siendo menor en estos días. Los voluntarios indican que se debe a la mayor presión de las autoridades turcas que están impidiendo la salida de los botes cumpliendo así con el acuerdo que sostiene con la Unión Europea de dificultar el tránsito de refugiados.
Asimismo, informó que una delegación de europarlamentarios de izquierda constató este fin de semana, tanto en Atenas como en Lesbos, las malas condiciones en las que los refugiados son acogidos, pues ninguno de los centros cumple las mínimas garantías a las que tienen derecho.
Mariana Albiol, de la Izquierda Unida (IU), manifestó que en Lesbos se ve la cara más cruel de la UE y lo que han supuesto sus políticas migratoria criminales.