Dos taxistas y un vecino del sector Agua Viva de Cabudare, la capital del municipio Palavecino, del estado Lara, resultaron heridos por un reducto violento este martes en la avenida La Ribereña, a la altura de la urbanización Santa Cecilia.
La información fue confirmada este miércoles en la sede principal del Ministerio Público de Lara, en Barquisimeto, donde acudieron vecinos de Agua Viva, afectados por el ataque de grupos violentos. Los vecinos denunciaron la agresión ante esa instancia del Estado venezolano.
Uno de los taxistas heridos, de nombre Peter Noguera, de 32 años de edad, recibió un impacto de bala en un pulmón. Fue recluido en el Hospital Central Antonio María Pineda de Barquisimeto. Los médicos han revelado a sus familiares que su estado de salud es estable.
Así lo afirmó su hermana Luisa Noguera, que acompañó al grupo de afectados a formular la denuncia ante el Ministerio Público.
Explicó que su hermano estaba haciendo una carrera. Noguera tenía varios días que no trabajaba por causa del cierre de vías en Cabudare y guarimbas que realizan desde el pasado 12 de febrero.
En vista del cierre de la transitada vía, Peter Noguera decidió bajarse para intentar dialogar con los integrantes de las guarimbas. Noguera se acercó con el conductor de otro vehículo de cinco puestos, que presta servicio de transporte mejor conocido «rapidito». También estaba un grupo de vecinos de Agua Viva.
Pidieron que por lo menos abrieran acceso por uno de los canales de la avenida para poder transitar. Hubo una discusión. Las personas que estaban en la guarimba comenzaron a disparar.
El acompañante de Noguera recibó un disparo rasante en la cabeza. Resultó ileso. No obstante, Noguera recibió un disparo. La bala le perforó un púlmón.
La hermana del taxista relató que su «hermano estaba un poco desesperado. Tenía varios días que no trabajaba a causa de las guarimbas y él tiene una niña de 8 meses que mantener».
Jonhatan Parra, de 23 años de edad, es la otra persona que resultó herida. Él es vecino de Agua Viva.
Contó que «fuimos a dialogar con ellos. No teníamos la más mínima intención de generar un enfrentamiento, pero nos respondieron con piedras, botellas y armas de fuego».
Algunos estaban encapuchados y otros con el rostro descubierto. «Recibí un disparo en la pierna izquierda, a la altura de la pantorrila. Tuve un orificio de entrada y salida de la bala. Afortunadamente la bala no tocó hueso alguno».
Dijo que «hemos venido a colocar la denuncia. Nos parece muy grave que estos grupos se encuentren armados, atentando en contra de la vida de las personas que deseamos paz, tranquilidad y convivencia».
Pidió a José Barreras, el alcalde de Palavecino, lugar donde se encuentra el sector Agua Viva, «que proponga una solución al tema de las guarimbas, que recoja la basura y los escombros, que nos devuelva la tranquilidad a nuestro municipio»·