Douglas Arocha, del cuerpo de apoyo Ravel perteneciente a los voluntarios de Protección Civil, señala que durante los últimos días integrantes de este grupo, así como del Groec, Serba, Ucahima y Central de Emergencias Venezuela, han estado atendiendo las contingencias presentadas en Fuerte Tiuna, La Mariposa y Tazón por causa de los incendios forestales.
Destaca que, para extinguir el fuego en Tazón, aplicaron la técnica cuerpo a cuerpo dentro de la extensión montañosa. “Comenzamos a atacar los incendios en la parte alta y fuimos trabajando en la línea del fuego, desde los puntos más altos, para ir controlándolos y que no se fueran expandiendo”, detalló.
Un equipo encabezado por el voluntario del cuerpo Ravel -junto a Alexandre Arocha, subcoordinador de la brigada forestal del campamento de Protección Civil en Tazón; Dayana Infante, también del área forestal, y el voluntario Alí Quintana- hizo un recorrido con el Correo del Orinoco que se inició por el sector La Baranda, en el municipio Baruta, y atravesó la montaña para culminar en la entrada de la Autopista Regional del Centro. Se pudo verificar que aproximadamente unas 20 hectáreas se habían visto comprometidas por las llamas.
Dice que, a diferencia del Waraira Repano y otros espacios vegetales de la Gran Caracas, la abundante presencia de pinos en Tazón es una particularidad que complica aún más la situación: “Cuando un pino es consumido por la combustión de la resina y es socavado por dentro, cae y hace reignición de los incendios”.
En ese tipo de casos, señala, el combate cuerpo a cuerpo es esencial. “Nada se hace con malgastar agua en la parte de abajo si no se hace un trabajo efectivo arriba”, acentuó. Adicionalmente, hubo actuación de los grupos de remoción de los voluntarios y Protección Civil, “quienes limpiaron las partículas que quedaron regadas por el terreno para evitar que se reinicie el fuego”.
ACTIVACIÓN TEMPRANA
Arocha compara lo sucedido en días pasados en Tazón con otro incendio que tuvo lugar hace cinco años en ese mismo sector y asegura que el mismo pudo haber sido controlado si se hubiesen tomado las precauciones.
“Aquel incendio fue fuerte; de hecho, agarró parte de unas zonas vírgenes, pero este habría sido mucho más controlable si se hubiera hecho la activación de las agrupaciones forestales voluntarias a tiempo”, criticó.
Además, señaló que aunque las voluntarias y los voluntarios se encuentran bien entrenados, esa, al igual que otras agrupaciones, carece de equipos especializados, lo que en parte, a su parecer, también dificultó las labores e hizo que estas se prolongaran por mucho más tiempo.
PROBLEMAS Y SOLUCIONES
Afirma el integrante del cuerpo de apoyo Ravel que el número de voluntarias y voluntarios se ha incrementado en los últimos años: “Según el registro que llevaba Protección Civil y ahora está llevando el Viceministerio de Gestión de Riesgo y Protección Civil, habemos más de 56 mil voluntarios registrados en todo el país”, pero el calcula que sean más de 70 mil.
Ante esa situación, manifiesta que es necesario implementar mejoras dentro de los grupos, razón por la cual, durante un gobierno de calle efectuado en la parroquia El Valle, le entregaron a la primera combatiente, Cilia Flores, un proyecto para implementar una micromisión que permitiera darles un mayor impulso, con la intención de que el mismo fuera entregado al presidente Nicolás Maduro.
Dentro de las peticiones, acota, estaba planteada la creación de un viceministerio, que ya se estructuró, y el registro de las voluntarias y los voluntarios, que también está; pero considera todavía faltan aspectos por considerar. “Nosotros dimos un empuje para que se creara la figura de los voceros dentro del viceministerio, pero creemos que los voluntarios deben trabajar en articulación con todos los organismos de seguridad del Estado, no solo con el viceministerio”, agregó.
En la propuesta, añade, también mencionaron que aspiraban a contar con un seguro, sedes propias para poder desenvolverse a sus anchas, y dotación de equipos especializados para poder prestar un servicio más eficaz a la comunidad. Arocha insiste en que el voluntariado, como organización, no pretende cargar al gobierno con sus problemas, sino que se los presentan y a la vez le ofrecen las posibles soluciones desde la perspectiva de quienes forman parte de las agrupaciones.
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