Para recibir con buenos augurios el 2016|Dulces tradicionales lucen en las mesas aragüeñas en cena de fin de año

Una dulce tradición reúne a la familia aragüeña durante la cena de fin de año para recibir con buenos augurios el 2016 y mantener la cultura culinaria típica de la época navideña.

Mezclas culturales y diferentes formas de preparación de estos postres se perciben en diferentes partes del país para acompañar los platos navideños en las mesas decoradas con frutas y bebidas para compartir en familia.

El popular dulce de lechosa, el cabello de ángel, la torta negra, rosca de reyes, son parte del compendio que deleita el paladar de los venezolanos y aragüeños en la temporada decembrina.

Eloina Salazar, presidenta de la Organización Ferial de Dulcería Criolla en Palo Negro, población de referencia nacional de dulcería criolla, relata que uno de los postres navideños que tiene más arraigo en las mesas aragüeñas es el dulce de lechosa.

Muchos elaboran este manjar con la lechosa verde; otros, cuando la fruta se encuentra un poco madura. Algunos también colocan la lechosa picada al sereno y al sol, cada quien coloca un toque personal y de distinción.

La señora Salazar revela que el secreto de esta exquisitez es cocinar por unos minutos, luego dejar reposar y volver a la cocción, en un proceso que puede durar hasta un día, de manera que la fruta tome el color oscuro que caracteriza este platillo.

Según la manera en la que lo prepara la señora Salazar, experta en dulcería criolla, la lechosa se pica en tiras y posteriormente se coloca a remojar en agua con bicarbonato, lo que se ha convertido en una de las nuevas técnicas de elaboración.

Luego la fruta es lavada y se coloca en un recipiente para ser mezclada con el azúcar y especies como el clavito, hojas de higo y vainilla. El azúcar debe ser equivalente a los kilos que tenga la lechosa, es decir, por un kilo de lechosa debe llevar un kilo de azúcar.

El azúcar también puede ser sustituido por el tradicional papelón, para dar un tono más oscuro y sabor venezolano concentrado. Una vez finalizada su cocción, se refrigera para llevar a la mesa y compartir en familia.

«Este dulce le gusta a todo el mundo, a los viejos, jóvenes y niños, quienes disfrutan del sabor de esta tradición ancestral. La lechosa además es una fruta que rinde para todos».

UNIÓN FAMILIAR

Estos postres autóctonos de la navidad son compartidos en familia, durante la cena de fin de año, o para recibir algún visitante que llega a dar el abrazo de feliz año. La dulce tradición va de generación en generación para mantenerse en el sentir de los venezolanos.

«Preparar estos dulces nos ayuda a preservar estas tradiciones y a unir a la familia para compartir. Mi familia, por ejemplo, mantiene esa costumbre, nos reunimos para el fin de año, todos colaboramos y hacemos una cena juntos para estar en familia», comentó la dulcera tradicional Eloina Zalazar.

En la población de Palo Negro se imparten talleres a los más jóvenes para transmitir estos conocimientos, también organizan la llamada feria del dulce tradicional, en noviembre, en la que se venden el plato navideño y una variedad de dulces criollos.

La tradición dulcera se mantiene arraigada en el gentilicio de Palo Negro, en el municipio Libertador, como una referencia nacional de la dulcería criolla, mientras que en los hogares aragüeños la tradición se preserva, con la enseñanza de la preparación a los más pequeños.

Un postre, una cena navideña y una ocasión especial como el año nuevo, llaman nuevamente a la familia a la unión y comenzar un año nuevo lleno de esperanza y fe.

T/ AVN
F/ Archivo