El presidente filipino, Rodrigo Duterte, ha anunciado hoy lunes un plan para “limpiar” la Policía de Filipinas, después de que se revelase la implicación de agentes antinarcóticos en el secuestro y asesinato de un empresario surcoreano.
“Ustedes, policías, son los más corruptos. Son corruptos hasta los huesos. Lo llevan en la sangre”, ha dicho frente a los periodistas, dirigiéndose a los policías acusados en el caso del surcoreano asesinado.
De acuerdo con las estimaciones de Duterte, un 40 % de los policías filipinos comete actividades ilegales durante sus misiones en la campaña antidroga que llevan a cabo. Pese a tal escándalo, Duterte ha prorrogado durante su discurso la lucha contra la droga hasta 2022, es decir hasta “el último día de su mandato”.
La suspensión de las actividades de todas las unidades de la Policía de Filipinas ha sido anunciada después de las declaraciones de Duterte por el director general de la Policía Nacional de Filipinas, Ronald Dela Rosa, quien ha dicho: “Limpiaremos nuestras filas (…) entonces tal vez después de eso, podamos reanudar nuestra guerra contra las drogas”.
Desde el inicio de la campaña decretada por Duterte para terminar con el tráfico de drogas, ya han muerto miles de personas. Sólo desde su investidura a fines de junio del 2016, los policías han matado a más de 2500 “sospechosos”.
La campaña ha sido criticada por ello por varios países, así como por promotores de los derechos humanos que acusan de permitir el funcionamiento de escuadrones de la muerte a Duterte, quien reiteradamente ha rechazado tales acusaciones.