La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, anunció este martes la ampliación del programa Bolsa de Familia con miras a incluir a 2,5 de millones de personas y acabar con la pobreza extrema en este país.
Con la incorporación de estos ciudadanos, que aún viven en la miseria extrema, el gobierno federal pretende alcanzar la cifra 22 millones de personas que salen de esa degradante situación, resaltó Rousseff en el Palacio de Planalto (sede de la Presidencia).
Para lograr esa meta, el Ejecutivo deberá entregar a esos 2,5 millones de personas una ayuda de 70 reales (35 dólares), el mínimo establecido aquí para superar la línea de la pobreza extrema.
Se trata de un compromiso asumido hace dos años, en el cual Brasil dio vuelco a la página de exclusión social, subrayo tras señalar que a partir de marzo se invertirán 773 millones de reales (375 millones de dólares) para conseguir la meta propuesta.
«En esta misma sala he firmado varios actos y aquí tuve a honra y la alegría de participar en importantes lanzamientos para el país y diferentes sectores sociales de Brasil, dijo.
Agregó que ninguno tiene la fuerza simbólica, la marca histórica y el efecto inmediato de este acto que hoy firmó; en esta página está escrita que más de 2,5 millones de brasileños y brasileñas están dejando la pobreza extrema», enfatizó.
Sólo podemos hacer esto ahora en un país que cuenta con la capacidad y competencia de disponer de la tecnología social más avanzada del mundo e iniciamos esta labor en 2003 con el gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, cuando unificamos los programas sociales que existían en ese entonces, recordó.
La mandataria rememoró que se incluyeron millones de personas en los registros de Bolsa de Familia y entonces esos brasileños comenzaron a recibir una renta mensual y por eso la gente se interesa, pero -dijo- el Estado no debe esperar, tiene que encontrar a esos ciudadanos necesitados.
Brasil sin miseria es hoy, dijo, el plan social más amplio y más moderno del mundo, que mejores resultados ha tenido, pues garantiza una renta, la inclusión productiva y acceso a los servicios públicos. Sabemos que la superación de la miseria no se convierte solamente por medio de la renta, y por eso estamos creando oportunidades para la capacitación de los brasileños y que tengan mejores condiciones de vida, expresó.