La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, manifestó este domingo optimismo en el desarrollo del país en 2013 e instó a los empresarios a invertir más y transformar los actuales momentos de crisis en grandes oportunidades.
«Soy, como todos los brasileños, una optimista. Tengo conciencia de los desafíos que la crisis internacional ha lanzado a nuestro país. También sé que los momentos de la crisis se pueden transformar en grandes oportunidades», resaltó Rousseff en una alocución radio-televisiva.
«Nuestro propósito es construir un Brasil más fuerte, invertir en la eliminación de la pobreza, crear más puestos de trabajo, aumentar la calidad de la enseñanza y mejorar la infraestructura y la competitividad de las compañías», subrayó.
Asimismo, señaló que el 2013 será un año para de ampliación del diálogo con todos los sectores de la sociedad, para acelerar las obras, mejorar la calidad de los servicios públicos y continuar defendiendo el empleo y los salarios de los brasileños.
La mandataria indicó que pese a la crisis económica internacional, el país saldrá adelante, pues el gobierno federal confía en el empresariado y ofrece oportunidades para el desarrollo y la ampliación del mercado.
Recalcó además que el próximo año habrá una reducción en el costo de la energía eléctrica, como prometió en septiembre último, lo cual beneficiará a las empresas y la creación de nuevas fuentes de trabajo.
Entre otras acciones realizadas, destacó que la inflación se mantuvo bajo control, se amplió el crédito para estimular las inversiones privadas y se disminuyeron los impuestos.
Rousseff recordó asimismo los programas sociales impulsados por su administración con miras a garantizar la formación de profesionales en especialidades científicas y la superación de la actual fuerza de trabajo.
Estas acciones en su conjunto nos permitirán transformar el país y contar con los especialistas adecuados para alcanzar la competitividad necesaria y una economía sólida, aseveró.
La presidenta dijo que este 2012 se inauguraron dos estadios de fútbol y el año próximo entregarán otros cuatros que serán sedes de la Copa de Confederaciones, el evento deportivo que antecede al Mundial de 2014.
«Entramos en la recta final de la preparación para realizar la mejor Copa del Mundo de todos los tiempos, que será un suceso dentro y fuera de las gradas», concluyó.