La conflictividad laboral se mantiene como la piedra de tranca para elevar la productividad, según sostuvo el abogado Juan Carlos Pro-Rísquez, de la consultora Norton Rose, en el foro el reto de gerenciar el talento en Venezuela, organizado por la Cámara Venezolano-Americana de Comercio e Industria (Venamcham).
En el año pasado se registraron alrededor de 9.286 protestas por conflictos laborales y este año, estimó que se mantendrá igual, en vista de las exigencias de los sindicatos por mayores salarios y la eliminación de la tercerización, tal como establece la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y Trabajadoras (Lottt).
En cuanto al tema de la tercerización, Pro-Rísquez sostuvo que los trabajadores en esta situación gozan de inamovilidad laboral y aseguró que la cartera del Trabajo está levantando información en las empresas para determinar el número de empleados que están en esta situación.
PONER LÍMITES
Por su parte, Iván Acosta, de la consultora PGA Group, dijo que ante el escenario inflacionario actual, se estima que pudiera llegar a tres dígitos, las empresas han optado por entregar bonos para compensar la pérdida el poder adquisitivo del personal.
“Esto ayuda a compensar el salario, pero se le debe poner límite, porque puede distorsionar la composición de las remuneraciones”, alertó. Recordó que en el período presidencial de Jaime Lusinchi (1984-1989) los bonos llegaron a representar cerca de 80% del total de los pagos al trabajador.
Explicó que otra de las políticas que están aplicando las empresas es la flexibilización de los horarios de manera de facilitar al personal adquirir los productos básicos. La gente tiene que ir a comprar el día de acuerdo al número del terminal de la cédula y eso dificulta a las personas tener acceso a esos bienes ante la escasez, manifestó Acosta.