Como si se tratara de la tradicional quema de Judas, millones de ecuatorianos esperan la media noche de cada 31 de diciembre, para celebrar su acostumbrado ritual donde prenden fuego a figuras o personajes alusivos a eventos que marcan a cada año.
En ese sentido, cientos de muñecos representativos de políticos, caricaturas, deportistas, entre otros, inundaron desde tempranas horas de este jueves, las calles de las principales ciudades del país meridional.
Las figuras que en su mayoría son de fabricación casera, son también vendidas a módicos precios que oscilan entre cinco y hasta 50 dólares, dependiendo de su tamaño y la dificultad de su elaboración.
Según reportes de la prensa local, en ciudades como Guayaquil, se construyen gigantes figuras que sobrepasan los 10 metros de altura, y que, a diferencia de los años viejos tradicionales, son quemados en los primeros días de enero.
Para este año, se estima que el propio presidente de la nación Rafael Correa, sea parte de la arraiga actividad, tal y como lo afirmó en días pasados en su cuenta de la red social Twitter.
En la actualidad, también se realizan concursos organizados por los cabildos de cada urbe para seleccionar a los mejores diseños, y otorgar premios en metálico a los ganadores.
Las autoridades locales llamaron a la población a tener prudencia durante la práctica de esta actividad donde literalmente, se juega con el fuego. Asimismo, recomendaron construir “años viejos” pequeños con elementos reciclados, apagarlos con tierra, y recoger los desechos inmediatamente.