El gobierno ecuatoriano condenó hoy los actos de violencia en Libia, pero rechazó la injerencia extranjera en sus asuntos internos y calificó de inaceptable una intervención extranjera como la ocurrida en Iraq.
Ecuador rechaza la injerencia extranjera en asuntos internos de cualquier país, y subraya que la comunidad internacional debe garantizar el respeto a la soberanía de los países, y en este caso de Libia.
Por lo tanto, enfatiza la Cancillería en un comunicado, no puede ni podrá aceptar una intervención extranjera en Libia como la que ocurrió en Iraq.
Alerta además sobre el riesgo de instrumentalización política del Sistema de Naciones Unidas, y particularmente del Consejo de Derechos Humanos.
Por eso, llama a la Comunidad Internacional a no permitir que la posible aprobación de la resolución en la Asamblea General de la ONU sirva de pretexto para que el Consejo de Seguridad legitime una posterior intervención en Libia.
El comunicado apunta que, consecuente con su política de respeto y defensa de los derechos humanos y promoción de la paz, y fiel al mandato de su Constitución, Ecuador responde de manera coherente ante una situación que pone en riesgo esos preceptos.
Por tal motivo, agrega, apoyó el consenso reflejado en la resolución planteada por el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas.
Sin embargo, considera que debe ser tratado con mayor profundidad la posible suspensión de Libia del Consejo de Derechos Humanos, contemplada en dicha resolución.
Ello generaría un precedente que luego podría ser utilizado políticamente contra otros países, advierte.
En ese sentido, Ecuador se opone al tratamiento discrecional de los países al interior del Consejo de Derechos Humanos, pues no se planteó el mismo tratamiento a otros de la zona envueltos en protestas civiles.