El gobierno ecuatoriano firmó este jueves dos contratos petroleros que representarán inversiones iniciales superiores a los 100 millones de dólares en los primeros años; uno con el consorcio integrado por las empresas estatales Petroamazonas, Enap (Chile) y Belorusneft (Bielorrusia) para explorar el bloque 28 y otro, con la petrolera chilena para explotar el bloque 47.
«Detrás de la firma de estos contratos el día de hoy también hay una alianza estratégica importante con países amigos (…) para hacer una relación complementaria, soberana, digna y productiva para los países», destacó el ministro de Sectores Estratégicos, Rafael Poveda, uno de los presentes en la firma de los documentos.
Los contratos de prestación de servicios fueron suscritos en representación del gobierno ecuatoriano por Ivonne Fabara, titular de la Secretaría Nacional de Hidrocarburos, y por parte de las estatales el gerente de Petroamazonas, Oswaldo Madrid; el apoderado de Belorusneft en Ecuador, Andrey Nikonov, y el representante de ENAP, Marcelo Tokman.
La suscripción de los convenios «cobra una mayor relevancia al tratarse de proyectos de inversión extranjera en el Ecuador a pesar del entorno de precios bajos que afecta a la industria», destacó Fabara.
«Entre los dos contratos tenemos una inversión de más de 100 millones de dólares comprometidos, que se iniciará desde el año 2015», resaltó el ministro Poveda.
En el caso del bloque 28, ubicado en la provincia amazónica de Pastaza y el primero en adjudicarse en el suroriente del país (región fronteriza con Perú e inexplorada en lo petrolero), se trata de un contrato de prestación de servicios por 20 años, a cargo del consorcio formado por Petroamazonas (con participación del 51%), ENAP (42%) y Belorusneft (7%).
Las empresas trabajarán en las tareas de licenciamiento ambiental, permisos y trabajos de exploración para confirmar reservas estimadas entre 30 y 50 millones de barrilles.
Petroamazonas detalló en un comunicado que el proyecto de exploración y desarrollo de este bloque requerirá una inversión estimada de entre 25 y 30 millones de dólares para exploración y unos 375 millones de dólares para desarrollo.
«Es un contrato que en medio de la crisis mundial del petróleo es una noticia buena porque hay un grupo de empresas que está haciendo exploración», destacó el gerente de Petroamazonas.
El evento se realizó en el ministerio de Sectores Estratégicos en Quito.
En lo que respecta al bloque 47 (Paraíso, Biguno, Huachito e Intercampos), el gobierno ecuatoriano y ENAP firmaron un «contrato modificatorio» al que ya existía desde 2010 para exploración. El nuevo acuerdo para 20 años permitirá desarrollar inicialmente el campo Inchi, con reservas estimadas de 7,8 millones de dólares, y que se espera produzca entre 800 y 900 barriles de crudo diarios, según datos de la Secretaría de Hidrocarburos.
«Esa exploración se la ejecutó entre los años 2010 y 2014, y con la información obtenida (…) ahora viene la siguiente etapa, la etapa de desarrollo, en donde se tiene que acordar las condiciones, los plazos y los términos de la explotación de estas nuevas reservas petroleras», explicó Poveda, aunque no ofreció más detalles.
En el campo Inchi se realizarán inversiones para construir las instalaciones necesarias para la explotación y transporte del petróleo, entre otras.
A la firma de los contratos asistieron representantes de las comunidades y pueblos indígenas asentados en zonas aledañas a los bloques. Uno de ellos fue Antonio Vargas, expresidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) y presidente de la Asociación Territorial de la Nacionalidad Kichwa de Pastaza, quien destacó la importancia de que los pueblos y nacionalidades se beneficien de los recursos petroleros.