Edgar Rocca aspira a lograr otro éxito de taquilla con su nueva película Infieles

En esta oportunidad el director de El peor hombre del mundo busca conectar con el público venezolano por medio de un dramedy romántico contado de una forma muy particular que se vale de las formas y la estética de las redes sociales

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A tres años del estreno de El peor hombre del mundo, su ópera prima, el realizador venezolano Edgar Rocca aporta a las carteleras del país su segundo largometraje de ficción, Infieles, un filme con base en una obra de teatro de su autoría, estrenada en 2016, titulada Los tiempos muertos, pieza inspirada a su vez en una experiencia personal convertida ahora en una comedia romántica o más bien un “dramedy romántico”, por la considerable carga dramática de esta historia descrita por el propio director como “honesta» y sin “mayores pretensiones artísticas” que busca, principalmente, conectar con el público venezolano.

Infieles se concentra en la relación que establece María Luisa, una actriz mediocre interpretada por Vanessa Maradona, con Sebastián, un aspirante a cineasta encarnado por Gonzalo Guerrero. Ambos constituyen una pareja que parece amarse de verdad, pero ella está casada y él tiene novia. El asunto se complica aún más cuando la creciente efervescencia de relación clandestina se trunca luego de la repentina desaparición de María Luisa.

Nuevos lenguajes

Al igual que en su ópera prima, en esta película Rocca, de una manera audaz e inteligente, se dirige “directamente” a la audiencia por medio de su alter ego, un personaje interpretado por el conocido director de teatro, actor y dramaturgo Dairo Piñeres. Se trata de un director de cine que durante una trasmisión en vivo de Instagram va hilando la historia al tiempo que ofrece detalles sobre el proceso de la creación del guión, como si estuviera en “tiempo real”.

Este estilo narrativo con base en las redes sociales, que además influencia la estética de la película, no solamente se usa para darle voz al director. También se emplea en algunos diálogos entre María Luisa y Sebastián, cuando se comunican vía mensaje de texto en una plataforma no identificada que bien puede ser Whatsapp.

Desnudez sugerida

En este caso el director va mucho más allá de colocar las pantallas de los teléfonos con los textos escritos. Por el contrario, en una fórmula cargada de significados y abierta para la libre interpretación del público, el mensaje es recitado por cada personaje, sin mayores indicadores gestuales, directo a la cámara, en un primer plano que sugiere la desnudez de cada uno. Cuando el mensaje es enviado se siente sobre el rostro del remitente el resplandor de la luz de una pantalla.

El entramado narrativo incluye además, especialmente en las transiciones entre escenas, algunos estados en las cuentas de Whatsapp y de Instagram de los personajes involucrados en la historia, generalmente configurados con frases graciosa o sentencias de personajes destacadas de la literatura o el cine.

Estadísticas y deudas

A juicio de Edgar Rocca, que además de cineasta es investigador, los realizadores venezolanos tienen una deuda con su público natural. En su opinión, los cineastas nacionales se enfocan casi exclusivamente en sus carreras y se concentran en hacer cine autoral, pensando en lo que ellos quieren decir y no en lo que el público desea ver. A la larga, señaló, “eso nos pasa factura cuando ahora hacemos películas y cada vez nos dan menos salas y nos ven menos”.

El director argumentó que, de acuerdo a un estudio que desarrolló, en los últimos cinco años se han estrenado 98 películas venezolanas, de las cuales 10 concentran el 78% de la taquilla, mientras que el grueso de los títulos, precisamente 84, se han debido conformar con solo el 22% de la taquilla. De las diez producciones privilegiadas 40% son comedias románticas.

A propósito de estas consideraciones, Rocca no tienen ningún prurito en reconocer que, sin traicionarse a sí mismo como realizador, Infieles es una película con una intención comercial que busca principalmente establecer un vínculo con el público.

Infieles, apuntó Rocca, es tal vez más profunda que El peor hombre del mundo, último título venezolano en pasar de 100 mil espectadores, después de Papita 2da Base (Luis Carlos Hueck) y vendida nada menos que a Sony Picture. “De ese proceso aprendí, salio bien, pero no me engaño, no es una ¡gran película!”, No obstante, logró su intención de conectar con el público por medio de una comedia romántica bien contada e inclusive inteligente, con mucho más sentido y contenido que cualquiera de su estilo.

En Infieles también actúa el primer actor William Goite y cuenta con la participación especial del actor argentino Ignacio Huang y el debut cinematográfico de la joven actriz Anaís Maucó como la novia de Sebastián.

Infieles estará disponible para el público en aproximadamente 30 salas de las principales ciudades del país.

T/ Luis Jesús González Cova
F/ Miguel Romero