El escritor compartió con grandes y chicos en el Festival de la Lectura Chacao|Eduardo Liendo: “Para todo en la vida se necesita ser un buen lector”

Con la ternura de un abuelo y la sabiduría sencilla de un maestro, el escritor venezolano Eduardo Liendo compartió con grandes y chicos que se acercaron a la Sala Infantil del Festival de la Lectura Chacao. El autor de obras como El mago de la cara de vidrio y El round del olvido fue generoso y regaló palabras, risas, cuentos y consejos.

La actividad se organizó para que el homenajeado de la cita literaria comentara sobre la escritura con las niñas y los niños, un oficio que a las pequeñas y los pequeños no les pareció atractivo ante los libros infantiles que tenían a su disposición. Sin embargo, Liendo era motivo de parada y atención fija del público adulto, especialmente, cuando cada manito inocente tomó de un envase un papel con una pregunta para el narrador.

Las interrogantes que fueron redactadas como por niñas y niños, fueron leídas por las y los infantes con ayuda del personal de la sala y el autor de 74 años respondió.

-¿Qué le gustaba jugar a usted con sus amiguitos?, fue la primera pregunta.

-Jugaba de todo, me gustaba mucho el escondido, el gárgaro ¿Ustedes saben qué es el gárgaro? Es un juego en el que uno corre detrás del otro y le dice: uno, dos, tres… la ere. (Público: la ere, ahora se llama la ere, risas). Y el escondido, se cuenta uno, dos tres, hasta cuarenta. Tengo una novela que comienza así, la última que escribí (Contigo en la distancia). El personaje se esconde en un pipote y se queda dormido una noche. Más grandecito jugaba pelota, me gustaba mucho el beisbol y yo era muy callejero, en otra época cuando los niños éramos muy libres en ese sentido, porque había menos riesgos, vivía cerca de El Silencio y mi parque, era El Calvario, ahora es muy difícil ir allí sin una custodia.

-¿Qué es lo que más le gusta de ser escritor?

-La comunicación con las lectoras y los lectores, porque uno escribe algo que lo convierte en un libro, y ese libro va a caer en manos que tu ni conoces. A veces lo traducen, si uno escribe en español, se lo ponen por ejemplo en alemán y resulta que uno no puede entender su propio libro, porque está en otro idioma. Esa gran comunicación que da el libro, es un gran placer que tiene el escritor, ese es uno de los placeres. Ahora estoy viviendo una experiencia en la feria de conocer nuevos lectores, porque me hicieron el honor de reconocer mi trabajo literario en esta feria del libro, eso también me gusta y me contenta.

-¿Cuál súper héroe era su favorito?

-Creo que no era súper héroe como los que tienen poderes mágicos. Tarzán siempre me gustó cuando era niño, cuando va por las lianas: ahhh uh ah uh ah uh ahhhhh (risas). Me encantaba.

-¿Qué son las musas y dónde viven?

-Yo las ando buscando todavía (risas). Las musas tienen su origen en la mitología griega, las musas son las que favorecen al poeta. El poeta siempre está buscando que las musas lo acompañen, son como duendes, como hadas, como algo especial que inspira, pero sobre todo, hay que trabajar, si uno no escribe la musa no llega.

-¿Un escritor tiene que estudiar mucho?

-Un poquito. Un escritor debe leer mucho, debe ser un gran lector. Todo el que tenga la manía de escribir sabe que tiene que ser primero un buen lector, porque la literatura, la escritura, como el canto, se aprende por imitación y después que aprendes lo puedes hacer por tus propios medios.

-¿Un escritor vive aventuras divertidas?

-De vez en cuando. La aventura más divertida del escritor es que con tu cabecita puedes imaginarte lo que quieras y si lo llevas a palabras, eso se convierte en un mundo aparte, distinto al que vives todos los días. Cuando uno es un autor de ficción, siendo viejo, me puedo convertir en un niño, si soy venezolano me puedo convertir en africano, si vivo en el siglo XX puedo poner que el personaje es del futuro, del siglo XXV, que es de otro planeta, lo que se me ocurra es el límite. Claro, se tiene que pensar en el lector, para que encuentre una idea razonable, lo que llaman verosimilitud.

-¿Qué debemos hacer las niñas y los niños para ser un escritor como usted?

-Me alaga la pregunta, eso de un buen escritor como yo. Para ser un buen escritor ya lo dije, primero que nada ser buenos lectores, y no solamente para ser escritores, para todo en la vida se necesita ser buen un lector. Si uno va a ser cocinero, un buen lector. ¿Dónde encuentra uno las mejores recetas? ¡En los libros! Uno va a ser jardinero, también está en los libros. Uno va a ser médico, está en los libros, todo está en los libros. Porque ser un buen lector es lo fundamental.

-¿De pequeño admiraba a algún escritor?

-Sí, por ejemplo a Alejandro Dumas, de Los tres mosqueteros, me gustaba mucho. Mark Twain , que escribió Las aventuras de Tom Sawyer. Los cuentos de hadas chinos que me regaló mi mamá cuando era pequeño. Admiré muchos escritores y después de grande, a muchos escritores venezolanos, al maestro Rómulo Gallegos, que escribió Doña Bárbara, Canaima, Cantaclaro y fue presidente de la República.

Finalmente, un niño preguntó:

– ¿Qué travesura recuerda más?

-No fue una travesura. Iba a la escuela, iba atravesando la plaza Bolívar y vi a un señor que se parecía a un primo y se estaba tomando una chicha. Di un brinco y le pegué con la cabeza, cuando volteó vi que no era ningún primo (risas). No me dio tiempo ni de decirle perdón porque el señor tiró el vaso y salí corriendo. Eso nunca se me olvidó.

Liendo recomendó paciencia a quienes aspiran convertirse en escritoras y escritores: “Las cosas no salen así, tan rapidito, a veces tienes una idea y la elaboras, la plasmas rápidamente pero otras veces tienes que darle vuelta y vuelta, hasta que te queda mejor. Además, cuando uno escribe procura hacerlo de la mejor manera posible”.

T/ Várvara Rangel Hill
F/ Girman Bracamonte