El excontratista de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Edward Snowden declaró que su misión está cumplida tras generar un amplio debate con las filtraciones sobre el espionaje de esa agencia.
En una entrevista que publica este martes el diario The Washington Post, Snowden afirmó que: para mí, en términos de satisfacción personal, la misión ya ha sido cumplida. Ya gané.
Asimismo defendió su labor y subrayó que «el coste de un debate público franco sobre los poderes de nuestro gobierno es menor que el peligro supuesto por permitir que estos poderes continúen creciendo en secreto».
En una entrevista exclusiva concedida al Post, en Moscú, donde se encuentra asilado luego de que Washington le cancelara su pasaporte, Snowden aseguró que el no quería cambiar la sociedad. Quería, dijo, dar a la sociedad la oportunidad de determinar si debería cambiarse a sí misma.
Sus revelaciones a través del diario británico The Guardian y el Post sobre el espionaje masivo de las comunicaciones de millones de estadounidense, otros ciudadanos del mundo y de más de 35 líderes mundiales, incluida la canciller federal alemana, Angela Merkel, desataron críticas y un molesto escándalo para la Casa Blanca.
En sus declaraciones al reportero del Post, Barton Gellman, el exanalista de la NSA puntualizó que como parte de su misión ahora el público está informado sobre la vigilancia masiva que Washington ejecuta sobre las comunicaciones telefónicas y en Internet.
El viernes último el presidente estadounidense, Barack Obama, acogió el debate sobre el papel de la NSA en momentos en que estudia 46 recomendaciones de un panel presidencial, incluidas algunas que restringirían las atribuciones de la agencia en medio de reclamos sobre la protección del derecho a la privacidad.
Recientemente un juez federal, al fallar sobre la labor de la agencia de inteligencia sobre las comunicaciones telefónicas de prácticamente todos los estadounidenses, dijo que esas acciones probablemente eran inconstitucionales.
En la actualidad el «topo» estadounidense enfrenta acusaciones por delitos de espionaje y robo de información propiedad del gobierno, por lo que podría enfrentar varios años de cárcel si se presenta ante los tribunales.