El Gobierno de EE .UU. admitió por primera vez el miércoles, que cuatro ciudadanos estadounidenses perecieron en ataques aéreos perpetrados por aviones no tripulados (drones) de la CIA en Yemen y Paquistán desde 2009.
En una carta dirigida al Congreso, el Fiscal General de Estados Unidos, Eric Holder, reconoció que el Gobierno de EE. UU. mató deliberadamente a Anwar al-Awlaki, en un ataque aéreo en septiembre de 2011 en Yemen, según informó el diario estadounidense ‘The New York Times’.
«La decisión de perseguir a Anwar al-Awlaki fue legal, fue considerada y fue justa», escribió Holder, alegando que Al-Awlaki había participado en la planificación de varias conspiraciones contra “intereses estadounidenses y occidentales”.
La carta también señala que EE. UU. acabó con la vida de otros tres ciudadanos estadounidenses: Samir Khan, que fue asesinado en la misma ofensiva; el hijo de Al-Awlaki, Abdulrahmán al-Awlaki, asesinado en otro ataque en Yemen en octubre de 2011; y Jude Mohamad, que perdió la vida durante una incursión aérea con aviones teledirigidos en Paquistán.
Holder ha afirmado que la misiva ha sido escrita en respuesta a las preguntas planteadas por el Congreso norteamericano respecto al uso de “la fuerza letal por la administración del país contra los ciudadanos estadounidenses”.
El Fiscal General ha hecho entrega de esta carta un día antes de que el presidente estadounidense, Barack Obama, pronuncie un discurso sobre el uso de aeronaves no tripuladas por parte de su Gobierno.
Las autoridades estadounidenses se niegan a hablar públicamente de los detalles del programa secreto de los drones y la cifra exacta de muertos como consecuencia de los ataques aéreos de EE. UU. con este tipo de aeronaves.
El uso de aviones teledirigidos es un tema candente en Estados Unidos, donde los congresistas cuestionan la legalidad o no de emplear estas aeronaves para ejecutar extrajudicialmente a ciudadanos de Estados Unidos.
El Gobierno de Washington utiliza los drones para efectuar asesinatos selectivos en distintos países como Afganistán, Paquistán y Yemen, so pretexto de luchar contra el terrorismo; no obstante, la alta cifra de víctimas civiles contradice esta alegación.