Estados Unidos analiza un plan para mantener ocho mil soldados en Afganistán después de diciembre de 2014 y reducir el contingente bélico en un período de dos años, informaron hoy medios de prensa.
La disminución por etapas que deberá caracterizar el fin de las actividades militares de Washington en suelo afgano, intenta alcanzar un compromiso entre los principales jefes castrenses, que solicitaban dejar cerca de 10 mil soldados en ese país después de 2014, y asesores de la Casa Blanca que pedían una presencia mucho menor.
El Pentágono teme que una reducción drástica de las fuerzas tendría un efecto negativo en el campo de batalla, mientras funcionarios de la administración están preocupados porque una presencia duradera sea demasiado costosa en vidas humanas y recursos financieros, señala hoy el diario The Washington Post.
Aunque se trabaja para alcanzar un consenso entre la Casa Blanca y el Departamento de Defensa acerca de las ventajas de este reajuste por etapas, los principales asesores del presidente Barack Obama y los mandos militares no precisan cifras sobre el tema, de acuerdo con fuentes anónimas citadas por el rotativo capitalino.
Las propuestas que se evalúan prevén que para principios de 2016 habría en la nación asiática entre tres mil 500 y seis mil soldados, y otra opción que se analiza incluye la disminución de las tropas hasta mil efectivos para principios de 2017, la mayoría de los cuales operarían desde la sede diplomática norteamericana en Kabul.
Los comandos de las Fuerzas de Operaciones Especiales saldrían de territorio afgano después de 2016, y se reubicarían en buques militares o bases en naciones cercanas, listas para cumplir misiones antiterroristas, agrega el rotativo.
El Pentágono prefiere mantener unos tres mil militares en Afganistán a partir de 2017, pero está dispuesto a aceptar la variante de la administración Obama de dislocar allí menos de mil para esa fecha.
Una vez que la Casa Blanca y los mandos castrenses logren un acuerdo formal, será presentado al gobierno de Kabul, que debe otorgar permiso para la permanencia de las unidades de Washington en ese país asiático después de 2014.
Alrededor de 66 mil militares estadounidenses están desplegados actualmente en territorio afgano, y se espera que Obama anuncie en las próximas semanas la cantidad que intenta regresar a casa este año.
Desde que Estados Unidos inició la Guerra contra Afganistán en octubre de 2001, más de dos mil 170 norteamericanos murieron en ese país, y otros 17 mil 644 resultaron heridos, mientras el costo aproximado de la contienda para Washington rebasa el billón de dólares, según datos oficiales.