El Banco Nacional de París (BNP) Paribas, la mayor entidad bancaria de Francia y la cuarta del mundo, deberá pagar una multa de 8.900 millones de dólares con el fin de evitar juicios penales en su contra, por no obedecer al bloqueo que Estados Unidos (EEUU) mantiene contra Cuba y otros países.
La institución francesa manifestó ante un tribunal de Manhattan, en Nueva York, que falsificó documentos comerciales para disimular las operaciones económicas con la isla de Cuba, pues las transacciones sostenidas con la nación caribeña son consideradas ilegales por Estados Unidos desde hace más de 50 años, cuando impuso el bloqueo económico a la isla, refirió Prensa Latina.
Esta no es la primera vez que el gobierno de Washington castiga a entidades bancarias, financieras o comerciales por hacer transacciones con Cuba. Anteriormente, la Casa Blanca también penalizó a bancos como el UBS de Suiza y el Australia & New Zealand Bank por las mismas causas.
Luego de una larga investigación del Departamento de Justicia, el banco de París llegó a un acuerdo que se hará público en Washington, informaron las autoridades judiciales.
El BNP Paribas es el primer banco que asume haber mantenido nexos financieros con Cuba, y la sanción a la que es sometido es una de las mayores multas que se impone a una entidad financiera por violar la política de sanciones de Washington contra algunos países del mundo que son víctima del mismo bloqueo económico.
Las penalizaciones pudieran incluir el despido de al menos una decena de empleados y la suspensión temporal del derecho del banco a realizar transacciones en dólares, como exigieron las autoridades norteamericanas en un inicio.
A mediados de febrero, PNB Paribas tuvo que cancelar su presencia en La Habana al estar en medio de una investigación de las autoridades estadounidenses, por presuntas transacciones que violaron la prohibición de hacer negocios con Cuba, Irán y Sudán.
El bloqueo estadounidense ha costado al pueblo cubano más de 1 billón 157 mil 327 millones de dólares, y constituye una violación de la Carta de Naciones Unidas y de las normas del Derecho Internacional, que señala como delito de genocidio al intento de rendir por hambre o enfermedad a un grupo humano.
Durante 22 años consecutivos en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU ), la comunidad mundial ha condenado y exigido el levantamiento inmediato de esa medida coercitiva; sin embargo, el gobierno estadounidense ha hecho caso omiso a la exigencia.