Lindalva Pinheiro da Silva es una mujer de 35 años que tan solo después de 24 semanas de embarazo rompió fuente. Ella afirma que «estaba muy asustada» y que no paraba de repetirle a su marido que «era demasiado pronto» para dar a luz. Cuando llegaron al hospital comenzaron las contracciones y después de tres dolorosos empujones nació Alexandre que todavía era muy pequeño y a quien tuvieron que llevar a la unidad de cuidados intensivos para hacer todo lo posible para que sobreviviera.
Tras eso, las contracciones se acabaron y acabó de dilatar, los médicos le dijeron que podía dar a luz «en unas horas, en unos días o en unas semanas», los doctores estuvieron muy atentos del progreso de Lindalva, ya que el mejor sitio donde podía estar el segundo bebé era dentro del vientre de su madre para crecer de forma normal.
El problema es que el cordón umbilical y la placenta de Alexandre seguían dentro de la madre y esto podía generar cualquier tipo de infección, lo que haría que tanto el otro gemelo como la madre pudieran tener serios problemas de salud.
La madre recuerda cómo iba a ver a su primer hijo a la unidad de cuidados intensivos, mientras seguía embarazada de Ronaldo, el bebé que permanecía en el vientre. Tres semanas después de dar a luz a Alexandre, Lindalva comenzaba a tener contracciones otra vez, el parto fue normal y el segundo gemelo pesaba lo normal para un bebé recién nacido y no hizo falta llevarlo a cuidados intensivos.
Ronaldo ha nacido mucho más fuerte y sano que su hermano gemelo, Alexandre, que se tendrá que someter a una operación para ayudarle con unos problemas de vista y una posible hernia, que ha generado por nacer antes.
Han pasado tres meses y los médicos creen que en unas semanas se podrán ir a casa tranquilamente ya que los niños han crecido de forma natural y después de la operación de Alexandre podrán comenzar a tener una rutina normal.